domingo, 30 de abril de 2017

Instituto Santa Irene en Coia

Cuando se inicia el Curso 1972-73 profesores, alumnos y personal no docente del Instituto Santa Irene desarrollan sus actividades escolares en un edificio de nueva planta en la barriada de Coia, a causa del cierre temporal por reformas del veterano inmueble ubicado en las Traviesas. Vamos a realizar un ejercicio de memoria en cuanto al profesorado de aquellos años hasta el curso 1974-1975, el anterior a la muerte de Franco, por lo tanto tres cursos. Empezamos por la Dirección.  Nos encontramos en este primer curso del traslado con Manuel Pazo, profesor de Física y Química como Director; Secretario, Rufo Pérez, profesor de Matemáticas; Jefe de Estudios, Evaristo González, profesor de Griego. En los dos siguientes cursos es sustituido el anterior Director por el discutido profesor de Francés Luis Curiel, manteniéndose los dos anteriormente citados en sus respectivos cargos. Parece esta la ocasión de nombrar algunos de los docentes de aquellos tiempos sin pretender ser exhaustivos, sobre algunos volveremos con más detalle en sucesivas publicaciones . En las disciplinas de Ciencias y empezando por las Matemáticas, dejaron profunda huella Rufo Pérez y Lareo; en Física y Química, Roberto Dopazo, Cándido Pérez y Manuel Pazo. En Griego, Clementina González y Evaristo González. En Lengua y Literatura Española, Xosé Luis Méndez Ferrín y Maite Caramés, En Latín, Gaspar. En Filosofía, Leonides de Carlos, Avelino Muleiro, Mari Lis Villamarin y Caamaño. En Religión, Guntín, Moisés y Xosé Ubeira. En Educación Física, Miró y Rosa Villamarín. En Dibujo, Mediero. En Francés, Luis Curiel y Gregorio. En Inglés, Blanca Elcid. En Geografía e Historia, Arzúa.
Esta es una aproximación, no demasiado alejada, de aquellos integrantes del claustro de Santa Irene que podemos recordar más destacadamente en la memoria colectiva del alumnado de aquellos años. Los integrantes de las Direcciones arriba indicados muestran una continuidad con los equipos y personas en la anterior ubicación de las Traviesas. Se hace un estimado de unos cuarenta, o algunos más, profesores para unos aproximadamente ochocientos matriculados o algunos menos. Sale una ratio promedio de veinte por alumno, si bien habría una desviación notable, según que asignaturas. Aún no apareciendo reseñada la totalidad del profesorado, si podemos decir que sino están todos los que son o fueron, si todos los que están fueron. Un último apunte al respecto, señalar la veteranía media de los profesores y otra ratio, el predominio de los numerarios frente a los recién incorporados no numerarios, tendencia que se invertiría, con el retorno a las aulas de Traviesas, en el ya nuevo Centro de Coia durante algunos años. Pero esta es otra historia!.

jueves, 27 de abril de 2017

Geometría Europea

Europa, subcontinente euroasiático, limita al oeste con el océano Atlántico. Esta afirmación simple y conocida de todos es algo más. Un aserto que, extraído de la geografía  física, devenido axioma de Ciencia Política por mor de la Geopolítica, sirve de mimbre a algún teorema consistente de constricción o límite a las relaciones interestatales o supraestatales interiores a la UE, en orden a  su proyección al otro límite, el oriental. En dicho flanco del subcontinente, un macroestado plenamente euroasiático, Rusia, y de proyección global, con salida a aguas europeas y al océano Pacífico. En la actual geometría restringida de la UE, un eje precario, Berlín-París y un planeta de órbita excéntrica, Londres, con respecto al eje citado, gravitando la pulsión trastlántica. ¿ Cómo realinear los distintos ejes?. ¿ Cómo conjugar alianza euroatlántica con arquitectura comunitaria europea?. ¿ Cómo relacionarse con las potencias medias de la Ribera Sur de las aguas meridionales europeas y más concretamente con la otra potencia media, plenamente euroasiatica, Turquía?. Una entente con Moscú de todos estos vectores sería la completud de un Teorema de Seguridad incluyente, el colmatado de vacíos, el llenado de intersticios en geometrías adyacentes. En caso contrario, una epifanía resucitada de especie de Guerra Fría, parece salir al camino. La implosión de la UE traería su causa más de geometrías no resueltas, aún de cosmovisiones raquíticas y amputadas o segregadas de la totalidad euroasiática y de tomar la parte por el todo cuando decimos Europa, pervirtiendo la geografía por la política. Europa podría darse como el epicentro de un escenario secundario de conflicto armado, como fue escenario principal, al menos dos veces en el siglo pasado, sin que esto exprese un signo fatídico en las relaciones internacionales de cumplimiento inexorable. Los tiempos dirán.