sábado, 18 de agosto de 2018

Solpor Republicano

Bajo la canícula agostí transcurrió el sencillo, aunque esperamos fecundo, acto de lembranza que no añoranza republicana al pie del Árbol totémico de la tribu olívica.

Allí fuimos llegando a la cita convenida desde los distintos barrios y parroquias de la conurbación viguesa.

La cita no era solamente de vivos.

Con nosotros se encontraba el rianxeiro, avecindado en el mismo Paseo de Alfonso número 15, Manuel Antonio, entre los años 1919 a 1923 como dice la placa que lo recuerda, galeguista y republicano por los años veinte del pasado siglo. Sus versos de Cantar d'a noite en la expresión sobria de la voz de Xurxo Pérez nos acompañaron.

También sonaron los versos saudosos de Rosalía de Castro con el acento apasionado de Marisa Pires, Airiños, airiños, aires.

En el mismo lugar donde oficiábamos esta liturgia laica el Dragón e a Fada de Xaime Quesada, evocando a los poetas cantores de la Ría de Vigo, Meendiño, Pero Meogo y Martín Codax.

Entre nosotros se paseó la figura del alcalde Amando Garra que, en igual día del año 1932, efectuara el acto bautismal de investidura republicana del Tótem vegetal, dando lugar a la placa que lo recuerda y que nos convoca.

La nutrida y distinguida asistencia en esta primera convocatoria es incitación a próximas ocasiones de concertarse y verse convecinos en el Ágora olívica.

Aún hubo tiempo antes de concluir el programa para un recordatorio de la atrocidad atómica otro Agosto de 1945 en la invocación a la paz de Manuel Garrido ante el árbol que la simboliza.

En los últimos compases la contextualización histórica del momento de la Segunda República en lectura de Óscar Lomba.

Finalmente la ofrenda floral al Olivo, un ramo combinando la tricolor, y la foto de familia ante el chafarís del Paseo, recostado en el muro de la Rúa de Santigo, donde otrora estuviera el Bar Caracas de Manolo Rivadulla y Remedios.

En esa placita del Chafarís los músicos Pedro Onieva ( percusión) y Suso Cortegoso ( guitarra y voz) amenizaron la noche, estando acompañados al principio del acto por Roger Sainz o Roger de Muskaria ( instrumento de viento).

Y así cayó el solpor sobre la Ría componiendo un paisaje inmortalizado por la fotografía experta de otro veterano repúblico, Gonzalo Álvarez-Lago.