Pero hay un dato que yo desconocía de Marga del Olmo y que contribuye sin duda a reforzar mi aprecio. Entre los años 1994 hasta el 2002 Marga reside y trabaja en la Isla Majorera, en Fuerteventura. Tras pasar el primer año residiendo y trabajando en el Sur, en Costa Calma, cambiará al Norte de la Isla, a Corralejo, municipio de la Oliva, por aquella regido por Domingo González Arroyo.
Trabajará en esos locos noventa, en dos de los complejos o resorts donde se nos cuenta que despega el turismo de masas en Fuerteventura, la última de las Canarias en llegar al boom de ese modelo turístico. En las dunas de Corralejo, tan espectaculares, si bien seccionadas, trabajará, decimos, en los macro hoteles Tres Islas y Oliva Beach, cubriendo casi todos los puestos posibles.
A su regreso de las islas en el 2002 vuelve a su Vigo natal, dejando atrás las tierras majoreras. Marga del Olmo, prácticamente autodidacta, retoma aquella pulsión vocacional de poner en figura y color sus emociones, antes había participado en alguna exposición colectiva de amigos igualmente noveles.
En los días presentes anima e imparte unos cursos de dibujo y pintura en los locales de la Asociación de Veciños Freixeiro - A Pontenova, en el número 44 de la Rúa Pastora. Con variadas técnicas y materiales, sean acrílicos, acuarelas, carboncillo, tomando como modelo fotografías, versionando obras de artistas universales o la propia inspiración salen retratos, animales fantaseados o marinas.
En esta última temática le influyen vivencias familiares de su infancia en Monteferro, Nigrán. Así no solo solpores o menceres, también unos fantasiosos faros, siempre rodeados de misterio. Otras veces pueden ser paisajes boscosos, igualmente misteriosos, en esta tierra galaica, tan cercano el bosque al mar, tanto que pueden llegar al abrazo.
Quedamos a la espera de la inscripción para el próximo curso en la Asociación Veciñal Freixeiro - Ponte Nova, con Marga del Olmo y poder disfrutar también con su obra personal cada día más exigente.
XUR O'PONTILLÓN.