jueves, 12 de septiembre de 2019

Fabulario Político

Debe ser cosa de mi febrícula pero fabulo o ensueño que hubo un tiempo en el cual la izquierda no anteponía cargos a programas, menos aún utilizaba los cargos como prenda o garantía de compromiso o cumplimiento de pactos.

Aún más, desconfiaba de los cargos y prefería las manos sueltas para lo que fuera menester.

Hurguemos en los recuerdos y removamos la conciencia, viajemos.

Pongamos que nos encontramos en aquel momento de encrucijada, octubre de 1982, en que el PSOE obtiene 202 diputados y consigue su primera y más abultada mayoría absoluta.

Digamos a la par que en esas elecciones el partido carrillista obtiene 4 diputados, uno de ellos del PSUC. Añadir que este pésimo resultado lleva a la implosión al PCE, digamos que no pocos miembros de este partido se autoexpiden al triunfal PSOE.

Señalemos que en las elecciones generales de junio del 86 concurre por primera vez Izquierda Unida.

Por el camino, en enero del 84 ,se celebra el congreso de unidad de los comunistas y de ahí el PC, apoyado por el PCUS o si prefieren la URSS y otros partidos del bloque socialista, cuyo secretario general será Ignacio Gallego, que obtendrá acta por Málaga en el 86, en la candidatura de IU.

Los carrillistas no participan en Izquierda Unida y con el tiempo, tras crear la MUC, Unidad Comunista y el PTE, enfilan al PSOE.

IU, al rebufo del referéndum OTAN, consigue aparentemente suturar aquelllos fragmentos desprendidos del PCE, por aquella etiquetados periodísticamente en renovadores( Cristina Almeida, Federación Progresista de Ramón Tamames) , prosoviéticos( PC de Ignacio Gallego) y oficialistas( PCE de Gerardo Iglesias). A ellos se suman, entre otros, Izquierda Republicana de Isabelo Herreros o el PASOC de Pablo Castellanos.

IU estará liderada inicialmente por Gerardo Iglesias en el Congreso y posteriormente por Julio Anguita. Cuando Felipe González pierda la mayoría absoluta aproximadamente por el año 94, cito de memoria, IU le ofreció al PSOE iterativamente Programa, Programa, Programa. En ningún momento puso como condición entrar en el gobierno ni negociar cargos, era suficiente ofrecer programa para que el PSOE diera portazo y acordara los apoyos parlamentarios de CIU y probablemente PNV, que tampoco ponían como condición entrar en el gobierno.

En 1996 conseguiría Aznar del PP su primera mayoría relativa y la presidencia del gobierno de España y en el 2000 su primera y única mayoría absoluta, que concluyó en el 2004.

Han pasado 15 años desde entonces.

Si este relato no es una fábula, la pregunta que surge es qué rupturas se han producido para que la izquierda que se dice alternativa y transformadora sienta la imperiosa necesidad de ocupar ministerios y no pueda confiar en un proceso de acumulacion de fuerzas en el terreno social, con un número de diputados muy superior al que en su día nunca tuvo IU.

Por último, una pregunta maliciosa, ¿si se acercara una recesión o una nueva crisis, qué papel podría jugar Unidas Podemos desde un gobierno de coalición con el PSOE?.