Para mi es en los años setenta, tal vez mediados o un poco antes, el inicio de mi conocimiento de Moncho, previamente alimentado por un aroma de leyenda, una reciente tradición oral entre los vecinos para los que Ramón era un luchador perseguido y justiciero. Bien acogido entre sus convecinos.
Aquí traigo al caso lo que me cuentan mis amigos Manuel Torres y su compañera Paloma. Iba a ser detenido Moncho en su propio domicilio y halló refugio o escondite en la casa de un vecino ante las narices de la Brigada Político Social y la Guardia Civil. Este vecino fue Antonio Alonso Ruanova, a la sazón por aquellas fechas, jefe de contabilidad de la Cámara de Comercio de Vigo, padre de Paloma, hecho que ella recuerda de niña. Acreditado queda por su testimonio.
Hay otra dimensión de Ramón en los años de la reforma política, de perseguido a impulsor solidario con los presos políticos y de la amnistía, así fuera la ACPG o XUGA (cito a Manuel Vilaboa, "Manolo Faro", destacado con Ramón o Urbano Medrano y otros en la organización de estas actividades del movimiento antirrepresivo vigués). Difusor de su propaganda y presente en las concentraciones y saltos en las calles vigusas.
De los últimos años quiero recordar su colaboración en el libro de Manuel Alonso Macías, al que le presenté, sobre la historia del instituto Santa Irene, en lo tocante a su pasión por los barcos, compartida con el catedrático de filosofía Leonidas de Carlos, en cuyo apunte biográfico participó . Moncho trajo planos y hablaba como un ingeniero naval y al tiempo carpintero de ribera. Laboralmente hablando Ramón es un intelectual, un pensante de los elementos marinos y un artesano de la construcción de barcos y trabajador que fue de los astilleros Barreras, donde destacó como dirigente obrero en la lucha política y sindical de los astilleros de la Ría de Vigo. Conjuga magistralmente cabeza y manos.
Así, finalizando estas líneas, Ramón, camarada Valentín, en lo político considero que es táctico y estratega, más lo segundo, camina con luces largas y paso corto, para cubrir las etapas y alcanzar los objetivos. Es poseedor de una buen oratoria didáctica y una memoria enciclopédica.
Ramón González Costas, buen sábado de amistades "na Garrida, en Valadares"