viernes, 29 de abril de 2016

A vueltas con Podemos

Bien, ya sabemos que tenemos para Junio la segunda vuelta de las elecciones del pasado Diciembre.

Que mejor fuera que estuvieran legisladas a dos vueltas y ahorrarnos el bochorno y hartazgo de estos meses.

A mi modo de considerar, debiera producirse un cambio en nuestro sistema electoral que lo orientara al principio mayoritario, evitando el chantaje de las minorías y gobiernos de conveniencia, en el que el reparto del botín de lo público y demás usufructos y expolios resume el credo político de los contrayentes o contratantes a expensas de los electores contribuyentes.

Hoy el ejercicio del sufragio se ha convertido en el gesto suicida de una ciudadanía presta a inmolarse en el ara de la liturgia democrática, expresada en el ritual de la deposición de una papeleta en una urna defecatorio.

El único vínculo entre el consumidor elector y los guiñoles representantes son los medios de intoxicación masiva. Ahí destaca Podemos, campeando en la telebasura injertada en la política.

Tal vez quede espacio para la regeneración, saneando las estructuras de los agentes políticos que debieran dar estabilidad a la nave del Estado. Otras singladuras podrían resultar inciertas y poner, no ya al actual sistema de Partidos, sino a los Partidos como sistema, en la picota.