sábado, 30 de diciembre de 2023
El vuelo del Tucán
lunes, 25 de diciembre de 2023
Carlos Oroza
viernes, 22 de diciembre de 2023
La vida en un pañuelo
jueves, 21 de diciembre de 2023
Carrero voló
lunes, 18 de diciembre de 2023
Subirachs en Vigo
miércoles, 13 de diciembre de 2023
Fun polo aire, vin polo vento
viernes, 8 de diciembre de 2023
Política y Elecciones. Galicia24
miércoles, 6 de diciembre de 2023
Europa Confederal. UE
sábado, 28 de octubre de 2023
Xulio Ríos
lunes, 4 de septiembre de 2023
Librouro
martes, 15 de agosto de 2023
Do Cafetín ao Rías Baixas
domingo, 30 de julio de 2023
1986: EU e Plataforma Galeguista
martes, 25 de julio de 2023
Suma(R) y sigue...
jueves, 15 de junio de 2023
Vigo con Ferrol
Foto correspondente ao conflicto de ASCON nos oitenta, se ben o artigo fala das movilización de setembro do ano 1972.
Fue la primera consigna que atronó las calles de Vigo de aquel año 1972. No sólo eran voces y el movimiento obrero con su canto coral reivindicativo. También los muros, las octavillas sembradas y hasta en aquellas letrinas llamadas turcas, en las que en cuclillas y haciendo equilibrios, algunos se habían entretenido en dejar insculpida a navaja en las puertas el mencionado grito de indignación obrera y popular… Añadiendo en algunos casos un enigmático UHP, más tarde desvelado como Uníos Hermanos Proletarios, consigna que según parece entonaban los frentepopulistas durante la República. Así lo recordaba mi abuela paterna desde la galería de su casa de la Rúa de Santiago viguesa, reverdeciendo tiempos no tan lejanos, añadiendo la coletilla " que non volva o trinta e seis".
Mi recuerdo de aquellos días tiene unas localizaciones preferentes concretas, unos escenarios móviles y de cierta contigüidad, en los que se despliegan mis percepciones y primeras ilusiones políticas, sin adherirles fuerte carga valorativa de ucronismo presentista, antes bien de forma casi topográfica, como una sucesión de imágenes en las que el tiempo histórico parecía acelerarse y el mío biográfico también a su compás.
Tomaré como epicentro generatriz de este breve relato un tanto ficcionado, no es acta notarial, el Paseo de Alfonso XII, más particularmente en la ubicación del Olivo, emblema de nuestra ciudad, y el por nosotros, los vecinos, llamado Chafarís, la fuente y estanque aún existente, frente al mencionado Olivo.
Es aquí donde los trabajadores procedentes del eje Bouzas- Beiramar, mayoritariamente de los astilleros y alguna conservera, intentaban llegar para posteriormente confluir con los trabajadores también de los astilleros con origen en Teis. Dos astilleros muy movilizados y con gran número de masa obrera eran Barreras y Vulcano, que dinamizaban el conjunto del (MO) movimiento obrero, con líderes carismáticos como Waldino Varela de Vulcano, al que rendimos tributo de gratitud en esta hora de su pasamiento. La hegemonía de CCOO y del PCG era innegable. Aquí debemos enfatizar el papel de las mujeres en aquellos días, dentro y fuera de las fábricas, empresas como Álvarez, Margarita y las dos Pilares cito, o las conserveras eran empleo mayoritariamente femenino.
Parecía que hubiera órdenes gubernativas de que no debía llegar a producirse el encuentro de ambas columnas en la Porta do Sol. Y ese punto infranqueable para los procedentes de Bouzas era como decimos el Paseo de Alfonso. A partir de ahí se producían las cargas policiales, porra en mano, de los grises, que algunos llamaban la gristapo. Los vehículos de los grises eran en algunos casos en su parte superior de loneta, así yo los recuerdo. En el momento de iniciarse las cargas, que eran cuerpo a cuerpo, si iniciaba la dispersión por una trama laberíntica, en ascenso hacia el monte del Castro o igualmente en ascenso, rodeando el Campo de Granada, o lo que fuera quedando, para intentar llegar a la Porta do Sol o la Telefónica, en algún caso a la Plaza de España y producirse allí nuevos saltos.
La dispersión de otros se producía en descenso por Pobladores o la Barroca hacia el Berbés y finalmente los había que directamente entraban a la Herrería, poniendo más fácil, quizá, la prosecución de la carga policial por razones obvias. En este punto decir que el comportamiento de las prostitutas fue ejemplar en su mayoría, ocultando como clientes a los trabajadores en sus lugares de oficio.
Transcurridos unos días llegan a Vigo, según se dice procedentes de Valladolid, unidades de antidisturbios mejor equipadas. Por aquellos días me parecía estar viviendo un movimiento casi insurreccional, sino resultara excesiva la expresión. La ciudad en manos de los trabajadores, la solidaridad era inmensa. ¿Sería esto la HGP (Huelga General Política), que preconizaba el PCE, o su ensayo? Vigo en aquel momento estaba, probablemente, a la cabeza del MO en el Estado y empezaba a hablarse del Septiembre vigués en los medios internacionales.
La llegada de los antidisturbios en el espacio que nos compete supuso su estacionamiento donde se encuentra la cruz en el Castro y controlar verticalmente, de arriba hacia abajo los movimientos de dispersión, bien iniciados en las cargas del Paseo de Alfonso, bien de aquellos trabajadores llegados por Camelias y enlazar con movimientos rápidos y fluidos con Plaza de España, donde se producían nuevos saltos o cortes de los trabajadores.
Cuando el movimiento decline en las calles, no podía sostenerse indefinidamente, surgen las reflexiones. Concluyendo aquellos hechos con elevado número de represaliados, probablemente centenares de despedidos de las empresas y a tres años de la muerte de Franco para esperar que se produjera una amnistía política y laboral, ¿qué nos queda hoy en la intersección de lo personal y colectivo de unas potentes movilizaciones acaecidas hace ya cincuenta años, con cambio de siglo de por medio?
En cuanto a la dimensión personal una cierta ética de compromiso y compresión hacia el mundo obrero y sus necesidades y preocupaciones, tal vez sin su salida a las calles arrostrando peligros esto no hubiera estado tan claro, la toma de las calles como lugar de lucha, esto condicionaría de inmediato las luchas que habríamos de iniciar los estudiante vigueses en los institutos de enseñanza secundaria. En un sentido más permanente y actual las huelgas del año 1972 y específicamente del mes de septiembre pueden leerse en la estela de otras que las precedieron en años anteriores, también en los sesenta y aún antes en condiciones de dictadura, nos hablan de resistencia democrática en un Vigo que lleva la impronta un tanto borrosa por las nieblas arrojadas por actitudes y comportamientos de fuerte componente consumista y desmemoriado pero que a poco que se levanten las pústulas de esas heridas de la memoria, que hoy denominamos histórica, aparecen marcando el sustrato identitario más profundo de Vigo, su genealogía y latido obrero.
Ahí una identidad que merece la pena rescatar para una ciudad más solidaria y viva. Cincuenta años transcurridos, 2022, Vigo con Ferrol y con todos los trabajadores del mundo.
lunes, 29 de mayo de 2023
Foz, Celso Emilio Ferreiro e Vigo
martes, 23 de mayo de 2023
Inframunicipalismo y Presidencialismo
Aunque pensando en Vigo y en las elecciones municipales del próximo mes de Mayo las consideraciones siguientes van a tratar más de filosofía política del municipalismo, aunque sumariamente, no así de la legislación vigente en materia local, por tanto se trata de atacar la idea o ideas subyacentes al marco legislativo e institucional regulador.
Éste es presidencialista, en la figura prominente del Alcade, con atribuciones y prerrogativas simbólicas, representativas y de otra consideración, exorbitantes, que le colocan en preeminencia con respecto al Pleno municipal y los vecinos.
El inframunicipalismo y un cierto principio federativo son la clave de lectura del nuevo espacio municipal frente a una concepción y praxis segregada dicotómica centro/periferia.
En su lugar, distritos, barrios, parroquias como células de vecindad tejiendo el tapiz urbano de la ciudad. En Vigo aún tenemos reconocida la Entidad Local Menor de Bembrive. También Bouzas conserva una fisonomía singular, morfológicamente independiente.
La imagen de la Torre Centinela de la Casa do Concello derrumbada para siempre.
En su lugar, concejales de distrito, barrio o parroquia como circunscripciones plurinominales de listas abiertas.
Descentralización completa de dependencias y edificios del poder local.
Recuperación del Campo de Granada y Rúa de Santiago y su entorno y reposición en lo posible a su estado primitivo, con la reconstrucción integral del Castillo de San Sebastián.
En orden a una definición institucional alternativa, una Corporación en la que el Pleno tenga facultades revocatorias( moción de censura) frente al Alcalde y éste haya de serlo por elección directa con poder revocatorio asimismo de los electores. Por tanto, dos listas complementarias en elecciones municipales.
Finalmente hacer memoria vindicativa de los Ayuntamientos preexistentes de Bouzas, Lavadores y Teis, rescatando del olvido la memoria de sus Instituciones.
En resumen, Un Vigo Confederal, conjugando mecanismos de democracia directa y democracia representativa. Esto requiere una nueva pedagogía política para una nueva cultura política. Y desde luego, cambios en la legislación de regimen local. Una cultura política que no dé acogida a cesarismos ni pretorianismos.
La clave está en la tríada de elementos constituída por inframunicipalismo, confederalismo e introducción progresiva de elementos de democracia directa.
lunes, 22 de mayo de 2023
Vigo, Munipas 2015-2019
Estamos a las puertas de las elecciones municipales del 2019. En Vigo hay una constante que opera en un segundo plano de la escena política local y en la que se repara sólo muy incidentalmente por parte de los muy iniciados. Voy a hacer un repaso incompleto de aquellas candidaturas de la izquierda que obteniendo voto no obtuvieron representación en el consistorio.
Hay un electorado de izquierdas en Vigo que nunca se resignó a verse representado por los aparatos de los partidos hegemónicos ni tampoco a permanecer en la invisibilidad o clandestinidad. De él vamos a hablar, siquiera escuetamente, con omisiones que no desvirtuan el propósito divulgativo de esta publicación.
Este repaso será selectivo y al tiempo representativo aunque no exhaustivo.
El recorrrido empieza en la primavera de 1979, primeras elecciones locales, con una floración exuberante de candidaturas en la izquierda, un tanto eruptiva, a modo de sarampión infantil. Su explicación estaba en la emergencia a superficie de aquellos partidos sin legalizar presentados bajo el rebozo de nombres como Frente Democrático de Izquierdas, Frente por la Unidad de los Trabajadores, otras de Unidad Popular y así.
Quiero destacar entre esas opciones una agrupación de electores denominada Galicia Ceibe. Estaba integrada por gentes muy destacadas de nuestra ciudad y de larga trayectoria, en muchos casos, de compromiso opositor al régimen de Franco. Entre otros, Leónides de Carlos y Ardanaz, que la encabezaba, Pousada Covelo, Rufo Pérez, Méndez Ferrín o Castro Pereira. Era una lista mayoritariamente de izquierda independentista. No obtuvo representación.
En las siguientes elecciones municipales de 1983 y 1987 concurren las listas de Candidatura de Unidade Popular y Plataforma Veciñal de Esquerdas, respectivamente, encabezadas por Méndez Ferrín. Tampoco obtienen representación.
A partir de 1987 pierde la suya el Partido Comunista de Galicia, ya reformulado como Esquerda Unida, su último concejal fue Carlos Núñez, incorporándose a la nómina de los votos sin representación en nuestra corporación.
Durante los años ochenta y principios de los noventa Esquerda Galega, con Camilo Nogueira al frente, obtiene representación, que también perderá con posterioridad, para disolverse como partido. Su estilo político se caracterizó por una correosa oposición al sotismo, siempre preocupados por marcar distancia frente al PSOE.
Con la crisis política de comienzos de los noventa en la representación municipal, ejemplificada por el fin del sotismo, forzada la salida por veto de Esquerda Galega del que fuera alcalde durante 12 años, Manoel Soto Ferreiro del PSOE, el gobierno de la izquierda en la ciudad vive las turbulencias de una tensión de alto voltaje entre el alcalde Carlos Príncipe y el BNG. Pero hay otra tensión, en clave interna del PSOE, que aprovecha el conflicto barrial de la planta empacadora en Teis para clavar el piolet en el cráneo de Príncipe.
En todo caso, de la enconada y por momentos dramática lucha por evitar la empacadora, con todas las aristas que se quieran destacar, en la convocatoria de elecciones de 1995 aparece la candidatura Si Teis, barrios con Voz, encabezada por el veterano y curtido militante antifranquista de comienzos de los setenta Alfonso Martínez Jiménez.
Una observación destacable del apoyo a Si Teis es el hecho de que reuniera más votos, en la suma de los obtenidos, fuera de Teis, en el total, que los propios en su feudo natal. Este hecho da para una interesante indagación que sugiere que esa candidatura supo trascender la problemática de la empacadora y de un barrio concreto. La pluralidad del eslogan barrios con voz conectó y fue un acierto. Nunca una candidatura en Vigo ajena a las estructuras consolidadas del hegemonismo partidario estuvo tan cerca de traducir votos en representación.
En elecciones posteriores también acudiría a la cita Vigo na Esquerda con el activista de la memoria Xabier Moreda, alma y figura de la revista de exquisita factura Tintiman, hoy revista de culto y objeto de deseo de coleccionistas, cuya familia del antiguo Concello de Lavadores fuera severemante represaliada.
En las pasadas y por el momento últimas locales se presentó Gañemos Vigo con Lois Pérez Leira, entre otras ocupaciones, biógrafo de numerosas estampas de la diáspora gallega. Esta candidatura es la última presentada de las que hemos ido reseñando con el hilo argumental de votos sin representación institucional pero que sin duda si son representativas de aquellos que les votaron en su día.
Ahora brota como interrogante en el jardín de la duda, ¿ habrá más primaveras para el voto resiliente en Vigo?. Como vemos antecedentes tenemos dabondo y hay un bramante irrompible que parece asegurarlo o al menos parece premonitorio que suceda, aunque no de ocurrencia cierta. Veremos.