jueves, 24 de abril de 2025

Fue en París

Fue en París donde en Septiembre de 1938 se celebró el Congreso Fundacional de la Cuarta Internacional al cual no pudo asistir Trotsky, exiliado en Coyoacán (México). No obstante, el Programa de Transición, así denominado el documento constituyente de la Cuarta, era obra de Lev Davidovich Bronstein, camarada Trotsky.

 Como es sabido al año estallaría la Segunda Guerra Mundial ( Septiembre de 1939) y casi dos años después del Programa de Transición, Agosto de 1940, se produciría el asesinato de Trotsky "heroicamente" ejecutado por la espalda con un piolet de montaña a manos del stalinista catalán Ramón Mercader, Jacques Mornard.

 Parece que también fue en París donde el sicario Mercader sedujo a Sylvia Ageloff, para así introducirse en los medios trotsquistas que le habrán de conducir a perpetrar el magnicidio. 

El 23 de Junio de 1940 Adolf Hitler entra en París, se establece la ocupación con un gobierno títere en Vichy con el mariscal Petain al frente. 

Desde Londres el general de Gaulle alienta la Resistencia y parte del exilio español se integra en el maquis, cuya columna vertebral en gran parte la nutren los comunistas.

 He aquí ya un primer encuentro entre exilio- emigración españolas y franceses, por no referirnos a los campos de concentración franceses en que primeramente fueran "acogidos" los españoles. 

Tras este breve exordio, que considero necesario, pongo el tiempo a galope, tiempo inasible que por ponerme a  considerar es contráctil, en los extremos lo ( El Tiempo) aproxima todo. 

Y ya va la suma de 25 sobre 40. Estamos en la línea equinoccial de los sesenta o en sus bordes, en sus limes, proyectados a los setenta, a la década de este relato. 

En ese tiempo las nuevas organizaciones herederas y sucesoras de aquel Congreso de la Cuarta parisino que nombramos, de septiembre de 1938, actuaban en varios frentes y niveles de militancia.

 Citaré una de aquellas organizaciones trotsquistas, muy activa a nivel de fábrica y también visible en los medios, así por ejemplo, en debates a las elecciones presidenciales. Estoy pensando en Arlette Laguiller y su partido Lutte Ouvrière, joven mujer trabajadora y su querida letanía " travalleurs, travalleuses. Je suis une femme..." Por entonces era infrecuente la diferenciación de género. Arlette transmitía la asertividad de su condición femenina y trabajadora. Su partido Lutte Ouvrière tiraba unos boletines de fábrica, una prensa obrera ligada a lo  concreto, descentralizada, ahí conectaba con sectores de la emigración laboral española, sin embargo no tenían presencia en el interior de España. No obstante, a los de Lutte Ouvrière los pudimos ver y oír en las calles parisinas movilizados contra las penas de muerte ejecutadas el 27 de septiembre, gritando con todos " Franco Assesin, Giscard Complice".

 La otra tendencia trotsquista, de la que yo procedía, era la Liga Comunista Revolucionaria, perteneciente al Secretariado Unificado de la Cuarta Internacional. Su figura más prominente era el economista belga Ernest Mandel, que había conseguido recuperar la revista multilingüe internacionalista IMPRECOR, de gran valor orgánico y estratégico. 

La LCR española tenía por órgano central el periódico ( más o menos periódico o regular en su aparición ) COMBATE, que lucía el marchamo OSCI ( Organización Simpatizante de la Cuarta Internacional), ese era su estatuto orgánico con respecto a la Cuarta. Sus dirigentes más destacados, si bien en clandestinidad, eran Jaime Pastor Verdú y Miguel Romero ( Moro) y en prisión el sacerdote vasco Jon Etxabe. 

La LCR francesa tenía como sus dos líderes más conocidos,  cuando menos por mi sobre el terreno, a Alain Krivine, el más mediático, y Daniel Bensaïd. Era una organización muy combativa, con buen despliegue táctico en los enfrentamientos de calle, marcaron fuertemente su presencia en las movilizaciones contra las condenas a muerte del 27 de Septiembre. 

Pronto irá el reloj histórico marcándonos y mancándonos, hiriéndonos sus agujas al alba de la noche más larga ( L. E. Aute). 

Con pólvora en los pies seguiremos camino, haciendo relato. 

XUR O'PONTILLÓN