jueves, 17 de abril de 2025

Los locos sesenta parisinos

Que duraron hasta los setenta con algún coletazo en los ochenta y hundimiento en los noventa con síndrome de espasmos episódicos. Obviamente en los primeros setenta en París en la izquierda casi todo era postmayo, respirabamos esa atmósfera, en algunos sitios más que en otros el latido palpitante de " aquello", quizá ya un tanto espectral o sombra transmutada en otras sombras con la rosa o galopada tatuada del brown sugar ( Rolling) en las venas. 

El barrio, digamos familiarmente así al Quartier Latin, al anocher como era de esperar en cualquier otro barrio se poblaba de sombras y algunas luces y neones, pero también había "sombras sin sombra" diurnas, con ojeras que les colgaban hasta los pies y ojos insomnes biliosos hechos de cuentas de vidrio y otras mal saldadas. 

La noche es para los flics, chulos, putas, maricas y los corazones más solitarios en busca de Peter Pánico. Bajo ese manto de clandestinidad a veces los camaradas de la izquierda internacional e internacionalista de epidermis multicolor y acentos vocales también polícromos. 

Y de la izquierda, quien da razón de su paradero? En la republicana Francia, Liberté, Fraternité, Egalité et Merdé ( esto es mucho mayo) gobernaba la derecha, el presidente de la teocrática - laica, resuelvan ellos sus contadicciones, República era Valery Giscad D' Estaigne y su ministro de Interior un tal Poniatovski, según parece de ascendencia polaca. A toda revolución le llega su Thermidor.

 El tal Poniatovski ( no estoy cierto de su ortografía, y además soy más bien despreocupado de esas cuestiones) cuando llegaron las manifas tras las celebraciones de la muerte de Franco, París ya no era una fiesta, en contra de la reinstauración borbónica en España, nos preparó una bonita operación " coup de poing, "operación puñetazo", allá por la Place de Trocadero que nos dejó calentitos para el resto de invierno. 

Por momentos, los CRS ( Compagnies Republicaines de Securité) dejaban a los antidisturbios o Compañías Especiales de la Policía Armada, los grises, por algunos llamados la "gristapo", como tiernos infantes. Las CRS mucho mejor equipadas, botes de humo, gases lacrimogenos, pertrechadas de cascos y escudos, en buenas condiciones físicas, nada de los barrigones que podíamos ver por aquí, apoyados también por secretas. La democracia republicana francesa también en esto iba años por delante de de la democracia orgánica española de franquito. 

Por cierto, ya de aquella el Fronte National de Jean - Marie Le Pen era un partido actuante, se hablaba de la OAS, y Le Pen cultivaba el rencor por el abandono de Argelia. Significar que en la izquierda el PSF y el PCF no siempre tuvieron demasiado claro la descolonización de Argelia. Una voz clara en la izquierda fue Jean - Paul Sartre. 

Otros signos visibles de la derecha extrema, para mi novedad, eran las pintadas paneuropeas de cruces inscritas llamadas de San Andrés y otros símbolos celtas, totenkopf y runas germánicas, una Europa mitificada en sustratos germánicos, nórdicos y atlánticos. Daría para hablar y ...  escribir, claro. 

Entonces que nos trajeron y legaron los locos sesenta a los años setenta? Por la izquierda política que yo conocí y traté, además de pintadas con bastente ingenio, barricadas, molotov, fumeque líbano rojo, bastante heroína, el perico era más para ejecutivos del régimen, trips, droguería en general, sexo banal, muerte prematura de más que bastantes, trajo también algunas nuevas organizaciones marxistas y no marxistas, principalmente maoístas, trotsquistas, situacionistas y algunos híbridos de anarcas o ácratas. En otra parcela de la izquierda veremos el eurocomunismo y sus cismas. Y a los mandos del eurocomunismo Enrico Berlinguer y Santiago Carrillo, menos entregado George Marchais. Hablaremos de la Cumbre de Roma.

 XUR O'PONTILLÓN.