sábado, 12 de abril de 2025

No se tomó Zamora en una hora

Así creo, empieza el comunicado urgente, que si urgente en la necesidad de la denuncia del trampantojo no así en el debelar por el peso de los argumentos que requiere de constancia y parsimonia.

 Cuando llegué a la Boule sólo tuviera en mis manos un libro de versos de Agustín García - Calvo, " Sermón de ser y no ser", retirado del departamento que dirigía Xosé Luís Méndez Ferrín de Lengua y Literatura española en el instituto de Santa Irene en Coia, del que también hacía parte la PNN ( Profesora No Numeraria) Mayte Caramés, procedente de una estancia en Londres.

 La primera observación sobre este libro, el Sermón, y que nos puede ofrecer alguna pista de que va la cosa la encontramos en la partícula ilativa y entre ser no ser frente a la disyuntiva hamletiana de ser o no ser, empeorando la cosa con la afirmación de que ésta sea la cuestión. 

Uno de los temas de la tertulia filosófica de presocráticos era el desmadejar, el ir tirando del ovillo de la argumentación, análisis dialéctico, de los fragmentos del poema de la Diosa de Parménides. Lectura, más bien recitado y representación dramática de viva voz de los presentes con la hábil prosodia rítmica de las versiones de Agustín, siempre muy apreciadas, por legos, estudiosos y especialistas, que no había de abandonar hasta la última póstuma editada por LUCINA en colaboración con Luís Andrés Bredlow, aún no quedando del todo satisfecho, siempre cargando con la duda. 

La otra tertulia, que llamamos lírica, consistía más bien en canto, destacando la voz de Galín juntamente con voces varias en timbre y tono. Se musicaban y entonaban poemas del propio Agustín, canciones de Chicho Ferlosio, del disco que grabara en Suecia ( Gallo Rojo, Gallo Negro) o del cancionero anarquista de la guerra civil. También de las interpretaciones de Amancio Prada sobre Rosalía de Castro. Queríamos mucho el blues Negra Sombra, cuantas veces no sonaría en las calles y plazas del Quartier de la boca de Galín, rebatiñando algunas monedas para luego comprar los ticquets del restaurante universitario de Jusieu. Otro juglar querido de todos era Georges Brassens. La Mauvaise Reputation resultaba inexcusable. Los cantos goliardescos del Carmina Burana, abrigados por el calorcito del vino, encendían nuestros corazones.

 Añadir que la tertulia de Agustín en la Boule era nómada y a las gentes se les denominaba la Tribu, por aquellas mesas pasaban gentes incontables, no todos los atardeceres había tertulia para la que se daba el descenso a una cava bajo el principal, bajo tierra. 

Recuerdo la aparición de Nuria Espert, acompañada del director teatral argentino Víctor García, que ponían en escena la representación de Divinas Palabras de Valle Inclán. Eran escuchados los comentarios de Agustín sobre la obra y su representación. 

Otro día recibimos a Silvia Carretero con una hija póstuma en brazos, viuda del fusilado vigués del PCE m-l ( FRAP) Sánchez - Bravo Solla. 

Éramos Nómadas. Seguimos jornada. 

XUR O'PONTILLÓN.