Ya desde tiempos del primer Instituto de Enseñanza Secundaria, que se creó en Vigo, bastantes de los componentes de su profesorado eran de talante liberal, por lo que en su etapa monárquica ( desde 1927 a 1931 ) estos eran objeto de una suspicacia más o menos manifiesta.
Pero fue a partir del 20 de Julio de 1936, fecha en la que triunfó en Vigo el llamado Alzamiento Nacional, que encabezaba el General Franco, cuando dieron comienzo las depuraciones políticas en el Instituto de esta ciudad, siendo objeto de ellas bastantes profesores y algunos alumnos, administrativos y subalternos.
Esas depuraciones podían rematar con la expulsión del Cuerpo al que perteneciese el que era objeto de alguna de ellas e incluso con su eliminación en el escalafón de funcionarios, si eran sometidos a expedientes disciplinarios por la Comisión Provincial de Cultura y Enseñanza, aunque la existencia del Jurado Central de Revisiones podía decidir la reposición en sus puestos de los castigados.
A lo largo del dilatado período del Régimen del General Franco, aunque fueran escasos los expedientes de depuraciones incoados, no cesó del todo la prevención y vigilancia ejercida sobre presuntos sospechosos, a los que se les denominaba " desafectos al Régimen ". Por ello, algunos componentes del estamento docente no podían expresar libremente sus ideas y las disconformidades que para ellos presentaba la situación académica del Instituto y las normas educativas emanadas del Gobierno, mayormente a través de la Dirección Provincial de Educación.
Posteriormente y en otro contexto el espíritu crítico se mantendrá, ya traspasadas las competencias de Educación a la Xunta de Galicia en Julio de 1982. En todo caso la proximidad del crepúsculo del Régimen incrementa los signos de oposición de claustrales y alumnado. Como es sabido Franco fallecerá el 20 de Noviembre de 1975, inaugurando un nuevo tiempo político.
4.19.- Reseña y Consideraciones sobre los Sucesos producidos en el Instituto los Cursos Académicos 1973/74 y 1974/75.
Gran malestar se produjo entre la mayor parte de los alumnos del Santa Irene cuando por mor de obras de adaptación y mejoras a realizar en el Edificio de la Plaza de América, se llevaron las clases provisionalmente a la Barriada de Coya, donde se impartían las mismas conjuntamente con las del nuevamente creado Instituto.
Un mayor coste económico del desplazamiento en vehículo o el tiempo empleado si lo hacían a pie, provocó algunas protestas aún sin expandirse a la calle en un primer momento. Se unió a esta situación una serie de circunstancias más o menos coetáneas o ligeramente anteriores en el tiempo, las cuales desencadenaron los sucesos sobrevenidos en el Coya Santa Irene.
Entre ellas podríamos citar las carencias de dotaciones, la negación de unos derechos mínimos al alumnado, en parte desde la Dirección del Centro. Asimismo la actitud del Ayuntamiento y de VITRASA ( concesionaria del servicio público urbano ), no concediendo un bono estudiantil de transporte ni aumentando la frecuencia de paso de los autobuses.
Otros factores más inespecíficos del centro que repercutieron en el clima social, al que se veía expuesto el Instituto, fueron: la situación laboral conflictiva ( paros en los astilleros Barreras y Paulino Freire ), la inminencia de la caída del Régimen e incluso la constitucion en París en el verano de 1974 de la denominada Junta Democrática, que incrementan los antagonismos de las facciones politicas del Profesorado Numerario.
En lo tocante a los PNNs( Profesores No Numerarios), una reivindicación añadida, la del Cuerpo Único de Enseñantes, ponía su contribución al agitado ambiente de aquellos lejanos días.
Pero la cuestión más importante que para los alumnos y sus familias se cocía era la intención del Ministerio de Educación de implantar las PAU (vulgo Selectividad), que estaba prevista como posible, si lo consideraba el Ministerio, por la Ley General de Educación de 1970.
El conjunto de estas circunstancias coadyuvó a que las manifestaciones estudiantiles se llevasen a la vía pública, reclamando solidaridad de la ciudadanía y en especial de otros centros docentes.
Esgrimiendo el derecho de reunión o Asamblea y poniéndolo en práctica al mismo tiempo, al amparo de una paralegal Asociación de Madres y Padres ( AMPA ) se celebró en el Aula Magna del Instituto una multitudinaria Asamblea, a la que no asistió el Director Curiel pero si el Secretario Rufo Pérez, en representación del equipo de Gobierno. Por el AMPA (oficiosamente convocantes) estuvieron Alonso Bar, Giráldez y Bar Boo, entre otros. En cuanto a miembros del Claustro asistieron los profesores Méndez Ferrín y Marilís Villamarin. Por lo que respecta al alumnado, Xurxo Pérez, sobrino nieto de Rufo Pérez, fue el encargado de moderar esta Asamblea que finalmente concluyó con el acuerdo de presentación de una tabla reivindicativa, que en parte excedía las posibilidades de concesión de la Dirección del Centro y de la disposición de la Dirección Provincial de Educación y Ciencia.
Como consecuencia de todo lo expuesto y de hechos puntuales que surgieron cuando un grupo de estudiantes intentaba el desalojo del Instituto ( como el altercado que en un aula se produjo entre un alumno y un profesor que estaba dando clase) y después de que la Delegación Provincial de E y C hiciese pública una nota del Gobierno Civil en la que se apercibía, de continuar la situación conflictiva,
de la aplicación del Reglamento de Centros Oficiales de 8 de Septiembre de 1954, la Dirección General de Ordenación Educativa dispuso la suspensión indefinida de las actividades académicas en el Instituto Mixto de Coya, en el que estaba integrado temporalmente el Instituto de Enseñanza Media Masculino Santa Irene.
Esta nota se la encontraron profesores y alumnos en la tarde del 25 de Febrero de 1975 cuando llegaron al Centro, colocada en las puertas cerradas del mismo, siendo al siguiente día publicada en Faro de Vigo.