lunes, 20 de diciembre de 2021

Proa al 2022

Estamos metiendo la proa en el año 2022. Tal vez fuera el momento para desandar los pasos de este año que acaba, pues de lo que nos pueda deparar el año que entra él mismo lo dirá sin necesitar que lo anticipemos, caso que pudieramos, en un mundo tan volátil y de contornos imprecisos. 

A cada día con su mal le basta, reverso de aquella otra expresión más epicurea o tal vez hedonista del carpe diem.

 En este desandar de la memoria, decía, tuvimos que soportar el transcurrir de las horas golpeando pesadas con la tabarra de numerosas advertencias que sonaban al aviso apocalíptico de la extinción de la especie sino atendíamos a las prescripciones de la autoridad política y sanitaria, tal vez ocioso diferenciarlas o redundante enunciarlas. 

A uno le gustaría vivir con la relativa despreocupación, que no era mucha, anterior a la trompetería pestífera. Que la autoridad se preocupara menos de uno y que sus voceros fueran menos también. A mi modo de entender padecemos una verdadera pandemia, una hipertrofia administrativa y de regulaciones. Una hipertrofia del miedo. 

El poder siempre ha utilizado el terror como escenario hipotético, presentado como cosa cierta y sabida, para legitimar su dominación. Hobbes en su Leviatán nos lo presenta palmariamente. Un pacto social fundante primigenio para salir de la pesadilla del estado de naturaleza o algo así. Ahí nace el mito progresista que juntamente con el gobernante filósofo platónico marida el rico elenco de las distopías. 

La normalización de este 2021, errática y todavía incompleta, estatuye un intrusismo incómodo e invasivo de nuestras vidas por una alteridad un tanto alienígena que va devorando la entraña de vida. 

El 2022 sino se nos lía más el palangre tal vez desmienta o corrija algunas de las tendencias más perversas del miedo y las gentes vayan asomando al menos las rojas crestas de la insumisión y así salvar las cabezas pensantes, hoy cráneos jibarizados por las propagandas admonitorias de la solución final, de este milenio breve a paso apurado que se avecina.

 Ergamos los estandartes de las cohortes goliardescas trashumantes frente a los rebaños sedentarios estabulados, alcemos nuestras copas de vino y canto por el 2022. In vino veritas, donde se mecen los versos polifónicos de la marcha polvorienta de los caminos sin ley. 

Escrito en el año Kropotkin y por frente a la proa, las Islas. 

sábado, 16 de octubre de 2021

Marcela de Juan

En septiembre de 1976 se produce el deceso del Presidente de la República Popular China, Mao Tse-Tung, apenas diez meses después del fallecimiento del general Franco.

 Por esas fechas, al aire de una cierta permisividad gubernamental se posibilitó la presentación en Madrid de una Asociación de Amistad España-China, que no sería la única existente, ya que detrás de cada una de ellas se encontraba alguno de los llamados partidos maoístas, fundamentalmente PTE y ORT. Es en el cartel anunciador de tal acto que recibo noticia, muchos años después, de la existencia de Marcela de Juan, de la cual a ningún efecto tengo constancia de que fuera de ideología marxista o próxima.

En aquellos años una parte de la izquierda española e internacional se definía maoísta o prochina, crítica con lo que denominaban socialimperialismo de la URSS y el revisionismo de la era Jruschev, iniciado en el vigésimo congreso del PCUS celebrado en 1956, plasmado en el denominado informe secreto, no presenciado por las delegaciones internacionales invitadas y parcialmente revelado al conjunto de la sociedad soviética. Inscritos en esas coordenadas se desarrollan los antecedentes de esa fracción de la izquierda que mencionamos, un sector del escindido movimiento comunista internacional, el prochino.

 Ya con el tránsito de Mao se desata una lucha de poder alrededor del grupo de Shangai, denominado de los cuatro. 

Tras estos previos vamos a detenernos en la única mujer interviniente en el acto de presentación de la asociación que nos ocupa, Marcela de Juan. Anteponer a su nombre el bien ganado título de intérprete y traductora de la lengua China por una singular posición personal en la intersección de las dos culturas, española o tal vez convenga mejor decir hispana y china. Marcela de Juan, hija de mandarín de ocupación diplomático y madre belga de ascendencia española nació en Cuba en 1905. Antes de cumplir un año se trasladó a Madrid con su familia.

 Vivió entre China y España, lo que añadió a su estudio en los libros el sentimiento de la vivencia. En el pasado siglo, coetánea del sinólogo jesuita de Munguía, Carmelo Elorduy, ambos enseñoreando el paisaje despoblado de la traducción de la lengua China al español. 

En 1962 Marcela de Juan publica en Revista de Occidente Segunda Antología de la Poesía China, reeditada en 2007 por Alianza Editorial, con una excelente presentación de Antonio Segura Morís. El libro es un recorrido antologado milenario por la lírica china vertida al español que arranca en el 1766 a.C. hasta la República China en el pasado siglo, con algún poema de Mao incluido. Acompaña un anexo biográfico de los autores poetas antologados. Esta breve reseña del libro citado puede orientar a iniciarse en el extenso trabajo intelectual de traducción de Marcela de Juan, merecedora de más amplia exploración, que incluye este valioso recorrido por la poética china. 

Para finalizar, añadir en cuanto a traducción de la lengua china en Galicia lo que considero novedad, una escolma de 38 poemas del Clásico de Poesía China ( Shijing) vertidos al galego por María Aránzazu Luna Díaz, en un trabajo incubado en el útero sapiente de la Universidad de Vigo, en la Facultad de Filoloxía e Tradución, Grao en Ciencias da Linguaxe e Estudos Literarios. Trabajos como éste prestigian la Universidad de Vigo y merecen divulgación no sólo en el ámbito académico sino en el entorno social circundante, el variado ecosistema cultural Vigués y gallego. 

lunes, 4 de octubre de 2021

Alberto Rufo, músico y parlamentador

Quedamos donde estuviera O Novo Buraquiño, en Alfonso X el Sabio, aquel rey troveiro criado en tierras alaricanas donde aprendiera en el siglo XIII el galego portugués. En el corazón de As Travesas. Recordamos a Benjamín y O Buraco del Camiño da Seara, tan frecuentado en los sesenta y setenta por Rufo Pérez, Méndez Ferrín, Roberto Dopazo, entre otros profesores, y  algún alumnado del instituto Santa Irene, núcleo vertebrador del barrio desde finales de los cuarenta. 

El propósito de tal encuentro con Alberto Rufo, amigo y pariente, es recordar aquellos tiempos de As Travesas Big Band, protohistoria del jazz en nuestros vigos, que ensayaban en el bajo de la casa de Santi Mouriño, en la Pastora.

 Decir de Alberto Rufo su condición de músico al tiempo que hombre de buena conversación y numerosas inquietudes, en estos últimos tiempos también la expresión plástica con obra muy meritoria.  Pero en esta ocasión el disfrute de su conversa transcurrirá como río caudaloso multidisciplinar que se estrecha en el regato principal de sus vivencias musicales en torno a la  Big Band.

 La verdad es que esta columna se va volviendo angosta de más en ocasiones, requiriendo de apretar hechuras, domeñando tiempo y espacio en lo posible. Veamos, entrando al asunto por derecho.

 Travesas Big Band tiene al músico Luis Carro, fallecido, como alma del grupo y entre otros componentes a Santi Mouriño, Pedro González, Javier Jaso, Luis Lestallo y el propio Alberto Rufo, tal vez omita alguno, al tratarse de una Big, como su nombre indica. Fue sin duda pionera en eso del Jazz por los vigos allá por los primerísimos ochenta. Tal vez un antecedente pueda considerarse por calidad musical e improvisación el grupo Gandalf, nombre propuesto por Carlos Maño.

 Señala Rufo Pérez con aire tal vez autocrítico y referido As Travesas Big Band que debieron dar el paso de la improvisación a la composición. Al final de este encuentro también añade otra reflexión sobre la profesión, que se pudiera de algún modo ligar con la anterior afirmación, asegurando que el músico debe componer y hacer directos cuando pueda, sin menoscabo de actividades como la docencia o trabajos de estudio de grabación, pero priorizando.

 Más allá de su participación en grupos o encuentros musicales y ya con posterioridad a esos años 80-82 de As Travesas voy a implicarme un poco más. Había frente a la tienda de música Manrique Villanueva, en Velázquez Moreno, unas galerías comerciales. Con motivo de una exposición de fotografía de Federico Puigdevall fui a escuchar a Alberto Rufo y a Rubén Pérez en el acto de inauguración, ambas intervenciones musicales me confirmaron en la apreciación del alto valor musical de ambos músicos. En el caso de Alberto Rufo el instrumento que ejecutó en aquella ocasión fue la flauta travesera, ante la que me rendía entregado a la evocación de Ian Anderson de los Jethro Tull.

 Una última evocación jazzística en la conversación con Alberto, el pub Satchmo y su piano entre las calles Venezuela y Ecuador. También pioneros en los Vigos de los ochentayteros. Como siempre la  vida es ancha y las letras cortas, cuando menos las mías.

miércoles, 8 de septiembre de 2021

Marilena Garabatos

Fue en el año 1974 que conocí a Marilena en Vigo, con tres años más que yo se encontraba estudiando en Santiago, mientras en mi caso los estudios transcurrían en el instituto. Eran años de militancia política, en nuestro caso trotsquista en la LCR. Fue en un piso de las Avenidas, cercano a la actual estación de ferrocarril en Guixar.

Transcurrieron los años, muchos años, más de cuatro décadas largas. A mi vuelta a Vigo en una de esas piruetas que el tiempo nos dispensa en que el transcurrir de los años parece contarse por días, tan fugazmente pasan, se produce el reencuentro inesperado con Marilena. Creo que fue en el año 2012, con ocasión de una autoconvocatoria de la militancia de los primeros setenta que empezamos a barajar nombres y salió el de Marilena. 

En aquella ocasión en la Casa del  Libro se presentó uno de Jaime Pastor sobre las izquierdas y la cuestión nacional en el Estado, acto seguido por una cena en un céntrico hotel de Vigo. En esa momento Marilena no pudo asistir, pero si lo haría en otro acto posterior en el Café de Catro a Catro, con un encuentro cena en O Roxo. 

Sea como fuere y con teléfonos de por medio, ya a través de las redes y muy señaladamente en Facebook, se hace regular el contacto con Marilena y sus clases virtuales de las literaturas hispanas, gallega y otras muy variadas. Antes de su jubilación impartiera la docencia de lengua y literatura española en un instituto del Baixo Miño, clases muy apreciadas por su elevada calidad pedagógica.

 De las virtuales intenté no perderme ninguna. En los últimos días noté su ausencia y me inquieté. Así me entero por su pareja Ovidio del deterioro de la salud de Marilena. A Ovidio pude conocerle en la presentación de una trilogía suya en Librouro, donde también en aquella ocasión pude saludar a Nuchi. De aquella noche guardo un ejemplar dedicado con primorosa caligrafía y emotivas palabras de su obra. Acto inolvidable. 

Esta mañana me cuenta que Marilena en su confusión teclea las letras en la portada del libro Platero y yo, cual si estuviera haciéndolo en el ordenador y seguramente para ella siga publicando. Y tal vez así sea.

 Dado que hemos militado del lado del optimismo histórico y nunca hemos abandonado una batalla, nada asegura que no podamos vencer en este trance y la podamos tener de veras nuevamente publicando y acompañando a los más cercanos y a quienes la queremos.

Y lo más importante, Marilena es afectuosa, generosa y valiente. Por eso permanecemos junto a ella y esperamos.

lunes, 16 de agosto de 2021

Docencia y Presencia

Este es un artículo de gratitud y reconocimiento a Fernando G. Martín, ingeniero industrial, profesor en activo de las distintas ramas de la estadística.

 Había interrumpido durante largos años mis estudios de Ciencias Políticas en UNED Pontevedra y cuando regreso a darles fin tengo la fortuna de entrar en contacto con Fernando, quien me sería de gran ayuda para obtener mi titulación, obteniendo una buena nota en Estadística aplicada a las Ciencias Sociales. La modalidad de las clases que recibí fue presencial aunque telemática con respecto a la UNED, también en esta vertiente tuve el valioso apoyo de Fernando G. Martín.

 Voy ahora a tomar en cuenta algunos aspectos docentes de esta docencia-presencia. En una asignatura en la que pareciera que prima lo numérico, introducción de datos abstractos y lo calculístico sobre lo inquisitivo-conceptual de qué estamos tratando, así con un qué interrogativo, una dosis razonable de propedéutica a la disciplina hace al caso y no sólo como utillaje metodológico sino dialógico. Para haber diálogo tiene que haber una actitud de escucha recíproca en la relación docente- discente. Así desde los diálogos platónicos con la mayéutica socràtica como protagonista hasta nuestros días. 

En las clases de Fernando lo operacional de los datos numéricos, las fórmulas donde entran, las tablas de valores y los cálculos y destreza en el manejo de las funciones estadísticas en su mecanización, van precedidos de esquemas y advertencias de gran valor pedagógico para sortear las dificultades y errores más comunes en la materia. Pero también se dan pausas para comentar acerca del carácter aplicado al objeto de que se trata, en mi caso la Ciencia Política.

 Ahí ya más lindante en algunos casos con lo que denominamos humanidades, por ejemplo, la Historia, se vence la separación tajante entre saberes, dígase la que categorizaba antaño entre letras y ciencias. Aquí el profesor multidisciplinar consigue dotar de sentido holístico la enseñanza y sustraer de la barbarie de la especialización inconexa la tarea conjunta de la progresión en la adquisición del saber, que no sea una mera gimnasia mental o juego recreativo. 

Fernando cumple la condición de enseñante multidisciplinar y consigue orillar lo parcelario. Así cuantitativo y cualitativo se enlazan.

 En un nivel más personal diré que este tipo de enseñanza concluyó con éxito un día de septiembre en que me presenté a examen en Pontevedra y con cierta soltura, sino elegancia, conseguí hacer los números y sus lecturas, previamente ensayados en la elaboración de una PEC, en cuya gestación y elaboración conté también con la asistencia de Fernando G. Martín.

 Pienso que estos profesores que han ayudado a tantos alumnos debieran ser tenidos en cuenta por la Universidad a la hora de la evaluación. 

Finalmente diré que la médula del estudio y el aprendizaje consiste en pensar, no sólo memorizar o aprender rutinas, y pensar al modo de la representación de El Pensador de Augusto Rodin, requiere del atributo paradójico de la desnudez, pues en la tarea titánica del pensar todos estamos desnudos.

lunes, 9 de agosto de 2021

Santi Mouriño

Habíamos doblado el Cabo de las Tormentas de los setenta, yo hacía mi aparición con cierta regularidad, aunque no en mis pasos, cuando las primeras luces del alba, por la Pastora. Allí, sentado en un banco de piedra, echándose el pitillo Santi Mouriño, junto a Milord, su perro de los que llamábamos de raza loba, dándole entre compañía y protección, supongo. 

Alcanzado ese punto justo detenía mi vacilante paso y hasta contoneante andar que hasta hacía poco había sido enérgico, resuelto, como aún acostumbro. Llegando a Santi Mouriño, cercano a casa, me relajaba con su conversación, con sus palabras. Era Santi Mouriño de hondas preocupaciones, no hablaba de lo cotidiano, salvo cuando eran actualidades políticas del momento, siempre desde la lente de la izquierda que compartíamos cuando menos desde el bachillerato. Tras noches desalmadas llegar a sus preguntas e inquietudes, de esas llamadas por algunos ontológico-existenciales, por otros filosóficas o también metafísicas, me aportaba más reflexión que espanto. 

Desde luego, Santi no era un tipo vulgar, consigo llevaba la música y el gusto por las lecturas de historia. Hoy nos reencontramos después de mucho tiempo otra vez en la Pastora, en la de Óscar, en el Karby, en compañía de sus hermanos Emilio y Manuel, tras visita al cementerio de Freixeiro, que yo vuelvo a frecuentar y que me inspiran estas memorias de ultratumba, en las que me convierto en un ectoplasma autoconsciente.

 Vamos tejiendo y destejiendo recuerdos, algunos de lecturas compartidas, desandando caminos. Se nos cruzan Durruti en la Ciudad Universitaria con Leopoldo María Panero en Astorga o en La Bobia, en Cascorro, en Madrid. De Panero recuerdo  sus relatos en el libro de Tusquets, En lugar del hijo, variaciones sobre el filicidio. Nos acuden las letras de Eduardo Haro Ibars para el primer disco de la Orquesta Mondragón. 

Comentamos a salto de mata de su participación y colaboración en variadas formaciones musicales, principalmente como reconocido y prestigioso bajista, acordándonos de otro amigo también de la Pastora-Freixeiro, Javi Jaso, músico, saxofonista y voz, animador de diversas agrupaciones musicales. De aquellas en las que participó Santi, además de sus numerosos directos, recordamos sus grabaciones con La Marabunta, de todos modos en su trayectoria casi siempre fue un músico al que le interesó aportar ideas trabajando para el grupo, ya fuera improvisando. 

Muy cerca de nosotros, en las Traviesas, nos acordamos de las jam sesión de Travesas Big Banda y aquí cito a mis primos Alberto Rufo Pérez y  Rubén Pérez, también aquel disco Outeiro, de esto podremos hablar más adelante, en otra ocasión. Van cayendo las horas como hojas de otoño y nos despedimos en esa calle mayor de barrio, la Pastora, en Freixeiro, con tantas historias menudas por contar.

sábado, 7 de agosto de 2021

Taberna de Eligio, hablando de Teis

Quedo en días pasados, al mediodía, en la taberna de Eligio con los amigos Alfonso Martínez Jiménez, Carlos Meixide y José Davila. Entre vinos y tapas empiezan a fluír los recuerdos.

 Sombras amigas circulan por los pasadizos del tiempo y no sólo aquellas más ilustres que parecen dar poso y solera a la taberna como sitio de encuentro de artistas.

 Recordamos a Benito Morgade, en su papel de Bogart, con su gabardina, atendido solícitamente por Eligio en aquellos seráns de invierno, el piso lluvioso con puñados de serrín y una cunca de caldo de resistencia a los vientos inclementes de la ría que entraban por la Porta do Sol.

 Alfonso Martínez nos va conduciendo en la conversación por la historia del barrio de Teis donde su familia durante tres generaciones mantuvieron establecimientos de enseñanza. Primero su abuelo, José Martínez, tras él, su padre con Colegio Jardín y finalmente Alfonso junto con Sofía Alonso Domínguez, Centro de formación Guía, ésta hija de Antón Alonso Fontán, Antón de Meder, poeta, de las tierras del Condado de Salvaterra e Leirado, dado a los faladoiros junto a las vides, en temporada, homenajeando la lamprea.

 En este itinerario conversacional en el Eligio sobre Teis, Alfonso nos llevará por la historia de los astilleros en la barriada, hoy agonizantes, con los pespuntes finos apostillados por Carlos Meixide, vinculado profesionalmente por algún tiempo con la mar y el sector naval.

 Empezamos por Vulcano en el entorno de la playa de Espiñeiro, que comenzó como taller de construcción de calderas para trenes, su artífice Enrique Lorenzo, quien había trabajado como contable en Barreras, según nos comenta Alfonso. Otro astillero histórico fue Yarza, de origen vasco, después transformado en ASCON. Cardamiña en Ríos, según nos cuenta Alfonso, impulsado por un ex trabajador de Cardama en Bouzas, llamado José. También desde Ríos hasta A Riouxa carpinteros de ribeira haciendo su trabajo entre lo artesanal e industrial, oficio que fue menguando.

 Sin conciencia del tiempo transcurrido la conversación entre amigos llega a su fin. Abandonamos Eligio y nos despedimos en la Porta do Sol hasta un nuevo encuentro que no habrá de tardar.

domingo, 25 de julio de 2021

Mi amigo Perico, Zappa

Era el Vigo de 1972, agitado por las luchas obreras, que para algunos marcó el transcurrir de sus vidas en los años subsecuentes y que dejaron en la ciudad heridas sin cicatrizar durante muchos años. Ningún tiempo es tranquilo y menos cuando te tocan los jodidos años de la adolescencia, para nadie los son,  cuando parece que tu adolescencia coincide con la del lugar donde vives, que juntos pegais el estirón, por así decir, y que el torbellino hormonal se produce al tiempo en el cuerpo de tu ciudad y en el tuyo propio. 

Para mí que en esas estábamos a primeros de los setenta. Y por ahí que aparece la figura, también adolescente, procedente de su Andalucía natal, de Pedro Onieva, Perico, al que llamaríamos Zappa.

 Traía vientos del Campo de Gibraltar, de la Línea de la Concepción, criado en la calle de las Flores, también estudiado en los salesianos como yo aquí mismo, en Vigo. Perico tenía garbo y venía envuelto en la magia del flamenco con acordes y percusiones de los cantes gaditanos, ya fueran alegrías, tangos, cantiñas o bulerías, con sus aires festeros, con el palmeo de sordas o sonoras marcando los tiempos.

 Nos citábamos sin citarnos, sin reloj ni calendario, en los futbolos del Airiños o de las Vegas, a pocos pasos de Príncipe, adonde se había venido a vivir con su familia, cercano al quiosco que anunciaba las garrapiñás de Carmela, andaluza cordobesa, voceando su marido los números de la lotería nacional. 

En el Airiños introducíamos monedas en la gramola y nos poníamos a escuchar y bailar las músicas de Chicago, mi banda favorita de destellos metaleros, Led Zeppelin, GranFunk Railroad, Deep Purpell o la Reina Bruja de New Orleans, de Redbone, que en efecto embrujaba, en medio de volutas de sativas, mientras las bolas corrían veloces a empotrarse en las porterías contrarias cuando golpeábamos sin parar la bola aunque dándole el arrastre preciso, temperamental. 

En el Airiños, arriba los billares y Fernando, el dueño, para dar los cambios. Por allí, a veces, el Pata con su caniche y los pantalones hortera de pata de elefante. 

Perico siguiéndole el pulso a la ciudad portuaria se embarcó un día junto a su amigo Sito, así me lo cuenta, en un buque congelador, momento para evocar el fumeque de suruma en Beira, puerto y segunda urbe en Moçambique. Más tarde un segundo embarque en el cablero inglés Mercury, a bordo la aventura asiática cual un nuevo Marco Polo, pasando las aguas de Estambul, en el Bósforo, con sus casitas blancas portadoras de nostalgia de la Línea, direccionando Singapur. 

Tras estas aventuras náuticas regreso a los Vigos a darle vueltas a la idea de una comuna en las ensoñaciones del camping de Samil, apuntando a Cíes como lugar idóneo para fundar una nueva Utopía, con Walden, de Thoreau, como libro de cabecera.

 Por allí coincidimos Alex, llegado de Alemania, Adela, la Jo, Françoise, el Vasco, Cachi o Moncho el pañoletas. Las lecturas que más acompañaban Lobsang Rampa, Krishnamurti, Erich von Deniken, Allan Watts y su divulgación de las filosofías orientales, Timothy Leary y sus psicodelias. Algunos creían con toda seriedad que había una base extraterrestre en las islas y que por allí cantaban las sirenas. 

Perico, Zappa, fue uno de los que se puso manos a la obra a levantar su cabaña, si no a las orillas del lago Walden, si en las cercanías de A Lagoa dos Nenos. Por aquellos días, ya iban transcurriendo los ochenta, si preguntabas en vinos por alguien desaparecido te decían que estaba en Cíes. 

Seguiremos con Perico Onieva en próximas jornadas para adentrarnos en la música fusión, flamenco fusión, en nuestros Vigos, acompañados de Cuchús Pimentel. Nos vemos pronto.

miércoles, 30 de junio de 2021

Asociación de Eslavos en Galicia

Me cito con Marina Bakthina tras su regreso de Moscú en este inicio estival para hablar de variados asuntos relacionados con la historia de la asociación que preside y sus proyectos para este año Xacobeo 2021 y el próximo 2022.

 Primeramente señalar una cuestión previa, que se tiene por eslavo a efectos de la comprensibilidad de quienes pueden ser integrantes de la Asociación. Aclarar que se establece como eslavo aquel grupo etnolingüístico que tiene como lengua franca o nexo común la lengua rusa y por tanto el uso del alfabeto cirílico, más fácil de desvelar para el neofito de lo que aparenta, sobre todo conociendo los alfabetos griego y latino.

 La inclusión del aprendizaje de la lengua rusa en los programas de la la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) habría de resultar de gran provecho para la promoción de las relaciones culturales y comerciales entre Vigo y Galicia con Rusia y los países eslavos. En este propósito anda Marina Bakthina y quienes la apoyan, de no ser posible para el curso 21-22 en el siguiente. 

Otro de los vínculos de relación y pertenencia a la Asociación y sus actividades, bien directamente o por ascendencia, es el referente territorial y geopolítico de lo que fue la URSS y su espacio de influencia, principalmente a través del CAME y del Pacto de Varsovia y después la CEI, actualmente aludido como espacio postsoviético.

 Así entre los miembros de la Asociación los hay rusos, moldavos, ucranianos, entre otras nacionalidades, con patrimonio cultural común. Empezando sus actividades con celebraciones festivas de su calendario y posteriormente, en 2016, formalizar la Asociación de Eslavos en Galicia, que Marina preside. Otro calendario de adopción es el Xacobeo que permite a los eslavos aculturarse en lo galaico, darse a conocer y trenzar actividades comunes de un gigante euroasiático en su vertiente europea con uno de los Finisterrae euroasiático, Galicia. Acudiendo a aquella cita de Goethe, de que Europa se hizo en los caminos xacobeos, Europa subcontinente de Eurasia, y el cristianismo, en mi opinión, subcontinente del romanismo, aquí, con la Asociación de Eslavos en Galicia, reencontrado con su variante oriental. 

Finalizo con mis felicitaciones a Marina por la entrega que la Embajada Rusa le hizo de una carta de reconocimiento por sus méritos, pionera en agrupar a los eslavos. En la foto, acompañada de Antonina Kadyrova, otra pionera en las relaciones entre vigueses y gallegos con la comunidad eslava y prestigiosa creativa y artesana del cuero. 

 Aquí y ahora, en Vigo, nuestra urbe.

sábado, 26 de junio de 2021

Encamiñando a Fene

Para min dicir Fene é dicir Xosé María Rivera Arnoso, a quen os veciños alcuman agarimosamente Pepe. Encamiñados a Fene co propósito de manter un faladoiro na compaña de Fernando Rosendo. A nosa saída de Vigo transcorre nun día soalleiro ben diferente doutro que me levara de retorno de Fuerteventura a Fene no 2005, tras unha visita que nos dera o alcalde á Illa Maxorata.

 Por aquel tempo, hai 16 anos, mantivera encontros coa corporación, Radio Fene e EMUGA, onde fun presentado a Quique Sanfiz, acudirá ao Museu do Humor de Fene ou xuntárame coa asociación O Pote de Maniños. Tamén paseamos as rúas e as xentes saudaban ao paso do alcalde a quen chamaban familiarmente Pepe, dende os cativos aos vellos, sen formalismos, nun trato directo. O mesmo acontecera nas terras canarias ou no avión de volta para Galicia.

 Transcorridos dezaseis anos, o retorno a Fene ten por motivo concretar algunhas preguntas e respostas para ser incluídas nun libro xornalistíco baseado no xénero da entrevista, en formato radiofónico, que practicará nas emisións dos programas Troula, Trisquel e Ultreia, ao longo da primeira década do presente século en Fuerteventura. 

Chegamos desta vez a Fene, Rosendo e máis eu, e no transcorrer dun xantar en Casa Raquel, na parroquia de Magalofes, coma outrora fora no Muíño do Vento, departimos con Pepe, e fun obtendo as respostas precisas. Dicir que Xosé María Rivera Arnoso, o incombustible alcalde de case tres décadas, ten unha robusta memoria, coa que se poden tecer os fíos do tapiz da historia colectiva das parroquias, concello e bisbarra, mesmo da Galiza. 

Co devalar da clepsidra das horas fomos póndelle nome a sustancia das nosas vivencias parrilladas. Quixera ancorar naquelas partes da fluencia discursiva onde caíron os acentos da reflexión encol do municipalismo. Aí, dous veteranos das tarefas e loitas nos concellos, Fernando Rosendo no concello de Avión e na comarca do Ribeiro, cruzaron as suas vivencias e arelas de futuro.

 Cumprido o obxectivo da entrevista e rematado o bo  xantar de parrillada de peixes e saborosas ameixas, nécoras e zamburiñas do Restaurante Raquel, demos visita ao bosque variado de numerosas especies exóticas na casa indiana de Pepe Rivera Arnoso, onde despregou saberes enciclopédica de materia botánica mesmo nomeando coas designaciones científicas cada unha das especies que nos amosou e ficaron centos, quizáis milleiros, por ver. 

Sexa para a ocasión da presentación do libro en Fene. Despedímonos amicalmente ata a chegada de novas xornadas de encontro encentando camiño cara ás terras compostelás e viguesas. Vigo con Ferrol...Terra, berrábamos naquelas xornadas históricas do setenta e dous proletario.


viernes, 11 de junio de 2021

La Magia de Vigo

Me encuentro en el restaurante tapería Tinta Negra en el puerto de Combarro, en frente se dibuja el perfil de Placeres en Marín. Una brisa procedente del mar refresca la alta temperatura de este preaviso estival. 

Como es sabido Combarro tiene ese enxebrismo marinero que perfuma y ambienta recantos de nuestro ancestral país. 

En compañía de mi amigo José Quintillán Vallejo fluyen a borbotones, caudalosos recuerdos del Vigo de los ochenta. Destapamos el cofre nacarado donde habita la perla del tiempo licuando memoria y con un chasquido de pulgar y anular, la Magia de Vigo. 

Érase el año 1985, José Quintillán y Natalia Martínez emprenden en la noche viguesa una intersección de gentes y ambientes, una llamarada efímera e intensa en tiempos de aquella movida viguesa hermanada en la uve de Vigo con Madrid.

A la Magia se accedía por Orillamar enfilando Bouzas, bajo la que fuera discoteca Fausto, en aquel momento nombrada ya como la Kama, en la curva de San Gregorio. Para allí se llevaron a Toni, ex pincha de la discoteca Misa, quien supo animar, desde lo alto de la estructura que le servía de cabina, el local con la mejor música del momento.

 Por allí también Jesús Valmaseda, pintando sus atractivos murales en vivo, en las horas de las copas.

 En la pista una talla de madera de una virgen aclimatada discotequera. Como ritual final de la noche, en ese momento dudoso que separa o junta noche y día, Bibiana danzaba mientras sonaba cuatro rosas de Gabinete Caligari, en evocación de aquel Bourbon de Kentucky. 

Añade mi amigo y yo suscribo que no toda la movida fue pijerío. Tuvimos la polifonía de la Magia, junto a las grúas danzantes y giróvagas de los astilleros. Tal vez alguien lo recuerde.

lunes, 31 de mayo de 2021

Kutika Domaio


Foto remitida por Pascual Martín, obtenida desde el varadero del puerto deportivo de Punta Lagoa, en Teis.
Nos encontramos en la terraza de Frida, gallega eslovaca, en un encuentro de  amigos para disfrutar de la buena cocina y vinos de su casa y del culto a la conversación amistosa. En ese añoso círculo virtuoso de la amistad, se cuentan los hermanos Arturo y Fernando Rosendo, Carlos Meixide, Alfonso Martínez y Pascual Martín.

 Desde Domaio, Moaña, se proyectan las miradas sobre las bateas mejilloneras en la ría y al fondo en nuestra izquierda, Trasmañó y el monte de la Guía, coronado por la ermita de la Virgen de las Nieves. 

En el discurrir de la conversa plantea Alfonso Martínez cuestión acerca del proyecto, según parece inminente, de colocación de una enorme figura de Cristo colocada en destaque sobre la torre campanario de la ermita de la Virgen de las Nieves. A esto añade Pascual Martín la información acerca de su petición de apoyos en redes sociales para que se detuviera el proyecto mencionado.

 A continuación la exposición breve de algunas líneas argumentales en favor del desestimiento del propósito de dar culminación a tal tentativa, lo más desprejuiciada posible.

 Enumerativamente, y no por el orden de la relación mayor importancia, abordaremos el resumen argumental siguiente, sin pretender exhaustividad. El primer argumento es de carácter paisajístico o de impacto visual. Una escultura cercana a los seis metros añadidos a la peana, superpuesta al alzado de la ermita y su torre campanario supondrá que la totalidad de la ría viguesa se vea enseñoreada por una presencia ineludible que se impondrá a cualquier visión subjetiva, de tal modo que no será el ojo el que vaya descubriendo sino que se verá asaltado o sorprendido a favor o en contra de su deseo. Un megamonumentalismo desfasado con los tiempos que corren, por más que estuviera en el proyecto de Gómez Román o pueda hallar inspiración en ejemplos de otros lugares. Metafóricamente hablando, un ojo de Polifemo no es necesario en la bahía, pasando nosotros a ser participados, observados.

 El segundo argumento recoge un tipo de religiosidad de raigambre popular, esto es de raíz o arraigo en la tradición marinera y campestre que se muestra en un amplio catálogo de devoción mariana y romera, el cual queda bien representado en los oficios y hasta divertimento, actos religiosos, lúdicos y festivos conjugados alrededor de la Ermita de las Nieves. Es necesario acudir a su encuentro, descubrirla y visitarla. No se impone visualmente como mandato imperativo. Atrae por devoción.

 Pertenece al mundo numinoso y protector, miragreiro, de exvotos, gaiteiros, rosquillas y melindres, que en la ciudad viguesa podemos encontrar en la finca de "San Roque e o can", patrón también de Vigo.

 Un poco redondeando lo anterior, tener en cuenta, en apunte de Carlos Meixide, el carácter dispendioso que aparenta en estos tiempos de temporal y zozobra el destino de unos recursos a este fin.

 Dirigimos devotamente nuestras plegarias a la Virgen de la Nieves para que obre el milagro, ante las autoridades, de retractación de su propósito, que si no es de enjundia teológica lo es de naturaleza estética.

lunes, 24 de mayo de 2021

Freixeiro. Bar Frontón.

De regreso a estes lares de Freixeiro, por máis sinais na Pastora, fago memoria do que foi o bar tenda do Elías e Marina, tamén coñecido como Bar Frontón, desaparecido no remate dos oitenta, onde hoxe a chocolatería Que Churros. 

Botou a andar na metade dos cincuenta e os máis vellos recordan a sona das botellas de viño do Condado que Elías ía procurar As Neves, acompañadas de xamón, chourizos e unhas galletas de pan, que así lle chamaban. Aí fixeron lugar de encontros a Peña dos Teixugos, que empregaban un comedor do espazo privado do bar para os seus condumios, tal me conta Elías fillo. 

Así tamén me conta dun home que con vasoira de xestas limpaba os frontóns que se extendían antre frondosos eucaliptos de gran porte contra os muros do instituto Santa Irene dende os predios do Carmen. Éste tiña por nome Esteban e un busto de homenaxe, situado enriba dunha neveira surtida con xeo que non producía, agasallabao. 

Os domingos o bar tenda Frontón botaba unha cortiniña e traballaba só como bar. Ata o ano 71 en que pecha como tenda e pasa a bar deica o derradeiro peche.

 É a finais dos setenta que aparecemos nós e o espazo ao servicio público compoñenno dúas mesas longas con dous bancos corridos cadansúa. Alí matamos horas de troula, tempo de xuventude e lecer, que se esvaen no decorrer dos anos.

 Vaian estas liñas ao rescate do tempo ido e co meu agradecemento a Ana e Elías, fillos de Elías e Marina e de todos aqueles que poboaron os bares e encheron cos seus chíos canoros as tabernas.

viernes, 21 de mayo de 2021

Conversando con Ferrín


Foto de Ferrín remitida pola miña amiga Ara Luna na presentación do libro No fondo dos Espellos na Universidade de Vigo.
Onte contra a noitiña e con motivo de comentar un fermosísimo artigo do académico da RAG X. L. Axeitos, adicado a Ferrín, onde se glosa ou reseña o acto sinalado no pé da foto,  sobre a compilación recollida nun libro preparado polo profesor Fernando Ramallo destes traballos publicados no Faro de Vigo, No fondo dos Espellos, fomos endereitando a conversa por vieiros intrincados, un tanto labirínticos da memoria común. 


Nunha sucesión apurada o tempo foise acelerando, desandando os camiños, recuando na procura das vivencias consolidadas que esváense, desfigúranse ou transfigúranse nas estancias brumosas do acervo común.


Así, entre recordos, a presenza recurrente por non dicir permanente durante moitos anos, dos cincuenta e sesenta aínda nos primeiros setenta do pasado século, dos barcos da Compañía Trasatlántica, todos eles con nome de virxes, non sei por qué. Así o Begoña, o Montserrat, o Covadonga e o Guadalupe, barcos de pasaxe, que adoitaban ter a cabeceira de saída para o porto de Vigo na cidade inglesa de Southampton. Estes barcos viñan consignados por CONTRASA, situada na rúa Montero Ríos, a cuxa fronte estaba José Grobas Loredo e tiñan por destino máis frecuente portos como La Habana ou La Guaira.

 Dicir da Trasatlántica que foi unha naviera fundada polo Marqués de Comillas, quen tirou proveito das guerras coloniais de Cuba e Filipinas co transporte de tropas e suministros, despois reciclado coa pasaxe que comentamos.


Nesta conversa de onte tamén acudiron os bares da rúa de Santiago, sinaladamente o Tres Ventanas, onde recordo parar moito Pepe Lodeiro. O dono era do Ribeiro, coido que de Ribadavia, de nome Albino ou Balbino, dubido. Tamén a tenda bar da señora Carmen, na que paraban mulleres as que lles gustaba un grolo de licor ou unha fecha de viño. Bebían moito Sansón.


Xa para rematar,  tivemos tempo pra falar da Pastora, en Freixeiro, tal que as tendas e tenda bar doutrora como as de Elías, entrando; máis interiormente,  onde inicia o camiño de Freixeiro, antes estrada de Tui, no que sería o Mesón Arbo,  de Celia, outra innominada e xa na Ponte Nova a tenda bar de Pepe. 

Aínda nos deu ocasión para lembrar París, o Quartier Latín, a Maximino Cacheiro Varela ou a libraría chinesa Le Fénix, segundo coido recordar no boulevard Sebastopol. Remando contra o tempo. Obrigado, amigo Ferrín.




 


 

domingo, 25 de abril de 2021

Transilvania en Vigo

En uno de estos paseos, un tanto ociosos, deambulatorio, por las calles que antaño fueran más o menos el barrio de Casablanca, de los muchos Vigos posibles, cercano ya Couto Piñeiro, donde la rúa Pizarro, aparece la tienda de productos gastronómicos rumanos llamada Transilvania, de evocación legendaria y literaria, cuando menos por la figura creada por el escocés Bram Stoker en la novela Drakul o Drácula, personaje pergeñado entre la ficción y la Historia, en la que lo sobrenatural y el volk-lore o cultura popular se misturan. 


Detengo mi caminar, me acerco atraído por la curiosidad y enigma de esa Transilvania viguesa y entablo unos minutos de conversación con Alina. En el parrafeo me va relatando algunos retazos de su vida familiar hasta su llegada a Vigo, con una familia dispersa por tierras canadienses, un relato de migración que a ella le produjo la arribada a estas rías y rúas. 

Rumanía con su ingreso en la ampliación del año 2007 a la UE, Unión Europea, juntamente con Bulgaria, entraba como uno de los países de renta per cápita más baja del club comunitario. Pronto los vimos  aparecer, muchos antes, por nuestras ciudades incorporados a la vida laboriosa e industriosa.

 En Vigo es uno de los colectivos más numeroso de los comunitararios euporeos. Su lengua, de igual procedencia del latín que las nuestras, la religión ortodoxa, una variante de la liturgia cristiana, sin grandes cismas doctrinales con respecto a la católica, hacen que su aculturación sea fácil.

 De cualquier modo en Vigo cuentan con el consulato, sírvase la alegoría, de Alina y su tienda Transilvania.

 Cierro este breve decir con la evocación de las lecturas añosas del autor rumano Mircea Eliade, historiador de las Religiones, de entre otros títulos, Imágenes y Símbolos o Iniciaciones místicas o El Chamanismo. Por no dejar de citar al exiliado parisino Cioran y sus letras nihilistas y por veces aforísticas, cito Breviario de podredumbre, también su contrahistoricismo. De las letras volvemos al condumio y al yantar que son horas. 

Ya sabéis, los Vigos, de paseos y lecturas y los rumanos junto a nosotros.

martes, 23 de febrero de 2021

23F más 40

Enviado en el servicio militar obligatorio a la denominada Primera Región Militar, tras el CIR en Colmenar Viejo en el verano del 79, fui destinado a la DAC, División Acorazada Brunete, por aquel tiempo la más importante unidad de los ejércitos, denominada de intervención rápida en cualquier punto del territorio español.

 No obstante, la ubicación de sus unidades, regimientos, brigadas y Estado Mayor, formaban una retícula, que envolvía Madrid. 

Mi puesto táctico, realizado el curso de operador de radio, se desempeñó en un batallón de transmisiones. Esto conllevó un servicio rutinario de enlace entre las diferentes unidades de la DAC denominado malla divisionaria.

 Al frente de la DAC por aquellos días se encontraba el general de división Torres Rojas. Los mensajes cruzados en los enlaces diarios de aquella malla ponían de manifiesto una gran alarma por lo que los mandos consideraban una deriva muy peligrosa del gobierno de Adolfo Suárez y de su ministro de Defensa, Agustín Rodríguez Sahagún, espoleados por lo que consideraban una línea blanda, negociadora y claudicante con el terrorismo, así se expresaban.

 El tono y el propósito de estos mensajes dió en el relevo del mando de Torres Rojas por el general Juste Fernández, no muy bien recibido por los integrantes del Estado Mayor en el Pardo ni por la mayoría de los jefes de las unidades. 

Cuando me licencio del servicio a finales del año 80 el ambiente esta muy enrarecido, los refuerzos de servicio en puntos considerados vitales, polvorines, armamento, gasolinera; patrullas volantes en el exterior de los acuartelamientos, rondas en la colonia militar de Aluche, patrullas por la M30. Ejercicios de contrainsurgencia urbana. En los planes tácticosde aquellos días se temía incluso un ataque o asalto a alguna unidad, lo cual generaba un estado de tensión máxima con el refuerzo de guardias y otros servicios. 

Cuando llega el 23F del 81 Torres Rojas, destinado a inspección de tropas en la octava, Coruña, reaparece de forma irregular, para ponerse nuevamente al frente de la DAC, cuando ésta se dirigía a unas maniobras reglamentarias al campo de tiro de San Gregorio, en Zaragoza, con Juste al frente, según publicó algún medio en aquellos momentos. 

Cuarenta años transcurridos, uno se pregunta qué papel se le asignaba a la Brunete en los previos del 23F, si estaba de veras fracturada internamente o no y si aquello fue un golpe o autogolpe inducido desde Zarzuela y con que propósitos. 

Algunas de las respuestas a estas preguntas, desde el desarrollo posterior de los hechos, pueden ser desarrolladas más o menos empíricamente por sus efectos, pero tal vez no sea aún posible desentrañar con total precisión el mecanismo de la causalidad y hasta de la completa casuística. El velo de la razón de estado aun pueda quizás
 poner sombras.

jueves, 18 de febrero de 2021

FAVEC, Vigo

Históricamente el movimiento vecinal en Vigo desde las primeras corporaciones democráticas, iniciadas en 1979, con los tres mandatos consecutivos de Manuel Soto Ferreiro, así un tiempo de 12 años, tuvo unas relaciones complicadas, tensas, cuando no de abiertos desencuentros con la representación munícipe, con la institución. 

El caso es que no pocos de los nuevos concejales de aquel tiempo se habían forjado en el movimiento vecinal, aportando algunos de sus más destacados activistas y dirigentes a las listas electorales. Un caso a recordar, significativo, en las listas del PSOE vigués, fue Jose Manuel Castedo.

 A las pretensiones de cogestionar algunas áreas y servicios por parte del movimiento vecinal, partida presupuestaria incluida, se le respondía más o menos veladamente que si quería hacer política se presentara a las elecciones.

 Ya en tiempos de la alcaldía de Carlos Príncipe, a comienzos de los noventa, se dota a la FAVEC de un céntrico inmueble en la Plaza de la Princesa, donde desarrolla numerosas actividades, desde formación hasta asesorías, y otras más o menos puntuales,  como Día das Letras Galegas, palestras y cesión del local para actividades de otras asociaciones e incluso de los mismos partidos políticos, sobre todo con ocasión de las precampañas electorales. 

Situados en el momento presente, la Alcaldía de Abel Caballero acuerda la reforma de la sede de Princesa de la FAVEC, lo que conlleva el cierre por un tiempo prolongado de sus actividades. 

Habría que poner buena voluntad para acordar entre Corporación y FAVEC la cesión de un nuevo local adecuado a sus tareas. 

En estos días la Federación, bajo la presidencia de María Pérez, y la responsabilidad directa de Oscar Álvarez, al frente del área de voluntariado, han lanzado un equipo de 25 cuidadores de barrio para dar cobertura a las necesidades de personas vulnerables, agravadas en estos tiempos pandémicos. Para ello ya están elaborando un censo a la par que ejecutando directamente servicios asistenciales.

 Otro programa previsto es el de apoyo al comercio local, de barrio o pequeño comercio, concienzando a la gente en la línea de ese tipo de consumo frente a la hegemonía de las grandes superficies. Con este horizonte estratégico la FAVEC asegura su vocación de servicio, fundamento de su existencia y garantía de porvenir.

sábado, 13 de febrero de 2021

Braulio Gómez Sande, amigo y conversador

Así, con nombre propio. Hubo un tiempo en que las peluquerías eran un espacio de relación y socialización importante. A la peluquería se iba no sólo al corte de pelo y al afeitado sino incluso de visita más o menos frecuente. 

Así me lo cuenta Braulio y así lo podemos recordar todavía muchos entre nosotros. 

La peluquería era lugar de socialización y encuentro si cabe más que la tienda y el bar al que se acudía a charlar con el vecino y donde el peluquero ejercía de oficiante máximo. 

En la peluquería se hablaba mucho de fútbol y de política y aún se habla, me dice Braulio, sobre todo de política municipal y de barrio, a favor y en contra de los mandamases. También en tiempos, más que ahora, era quiosco donde poder ojear y comentar en nuestro caso el Faro de Vigo y alguna revista, sin coste alguno. 

Braulio Gómez tiene su peluquería allá por donde fuera el antiguo concello de Lavadores, que presidiera el socialista Xosé Antelo. Braulio, procedente de las tierras del concello de Teo, de Calo, tiene ideas progresistas que sabe argumentar muy bien, es afable y gran conversador, al tiempo que maneja con maestría las herramientas de su oficio. Gana con facilidad la amistad de sus clientes y vecinos y la fidelidad a su origen le impone gustosamente el mantener y atender el servicio de peluquería en Calo los sábados. 

Su familia tuvo por dedicación la tienda y el bar, tal vez fuera esta condición la que formara su carácter en eso que antaño decíase don de gentes. Entre otros vecinos de Calo tenemos evocado a las hermanas del destacado dirigente sindical y comunista Enrique Lister Forxan, aquellas de profesión leiteiras, que se acercaban a Santiago de Compostela al reparto y venta de su mercancía. 

Braulio Gómez Sande lleva en las proximidades de la peatonal del Calvario un septenio, arreglando cabezas, cuando menos por fuera, que por dentro ya es otro cantar, aunque su magisterio didáctico en la opinión razonada, no exenta de humor, también pudiera ayudar en esto último. 

Mientras tanto nos arreglamos los cabellos que van quedando y disfrutamos de la conversación y de la amistad. 

Braulio Gomez Sande va haciendo el paso del tiempo más liviano con su oficio.

sábado, 30 de enero de 2021

Adolfo Lareo, encuadre tricolor

Todos recordamos la taberna la Viuda no sólo como lugar de encuentro, entre otros de pintores, sino también como una breve pinacoteca, con cuadros de Guillermo Monroi, Tomé, Lodeiro, Antonio Palacios o Xosé Guillermo. 

En el acto de hoy, que no fue una despedida, nuestro amigo Adolfo Lareo quedó enmarcado e inmortalizado en cromática tricolor, que lucen en escueto arcoiris las banderas de la República española. El acto que reseñamos tuvo un desarrollo hondamente emotivo presidido por el espíritu fraternal que campea en la divisa de la Revolución francesa juntamente a los lemas de libertad e igualdad. 

La conducción del acto correspondió a Miguel Lareo, hermano de Fito, en nombre de la familia, y Celso López, presidente de la Asamblea Republicana de Vigo, quien leyó el artículo Casa Toribio, en el que se cuenta en cuatro generaciones, desde los años veinte, el transcurrir de la que llegamos a conocer como la Viuda, un retrato en movimiento de lo que fue nuestra ciudad a través de la biografía de una estirpe laboriosa en un siglo cumplido.

 A esto añadió Celso López su aderezo de vivencias concurrentes con lo relatado, sobre todo cuando a comienzos de los setenta empezamos a renovar la asistencia jóvenes estudiantes de bachillerato de los institutos vigueses. La Viuda fue puerto seguro para todos nosotros y lugar donde se armaron amistades y complicidades. 

Al frente Maruja, diurnamente, al solpor y noitiña Fito. A la entrada, mano derecha, éramos observados por el retrato de doña Amparo, según creo de la autoría de Xosé Gullermo. 

Hoy Fito comienza nuevos pasos en la compañía de todos hasta que el último de nosotros dé el último paso. Y eso nunca ocurrirá porque siempre vendrán otros. 

Salud y República, amigo, compañero y camarada. En las manos de Miguel Lareo, la tricolor alzada, la emoción también y hasta siempre. Nos volvemos a ver.

viernes, 15 de enero de 2021

Julio Alonso

Mi relación con Julio Alonso se inició de la mano del pasamento de mi tío abuelo y padrino, profesor de matemáticas en el instituto Santa Irene, Rufo Pérez, de quien Julio Alonso fue alumno. La persona de contacto que nos presentó fue el poeta Manuel Vidal Villaverde. 

Hablo de finales del 2011. Rufo Pérez falleció un mes de Santos del citado año. En el acto desarrollado,  en el paraninfo del Santa Irene cumplido un año para concelebrar la memoria del incombustible Rufo, su antiguo alumno y amigo Julio Alonso haría la propuesta ritual y necesaria, también de motu propio, ante el auditorio y sociedad viguesa de un espacio público dedicado al viejo profesor de matemáticas que le inmortalizase en la memoria de los vigueses. 

Desde su columna en Atlántico diario atizaba el brasero para que la propuesta no decayese. Asimismo me presentó a la periodista Ana Baena, redactora igualmente de Atlántico. Ambos y el periodista Fernando Franco en Faro de Vigo, juntamente con quien suscribe estas líneas, no perdimos folgos en cuanto al propósito arriba enunciado. 

Por supuesto con la colaboración de muchos amigos nuestros y de los que aún quedaban de Rufo Pérez, entre otros, el por entonces cronista de la ciudad de Vigo, lalo Vázquez Gil o el escritor Xosé Luis Méndez Ferrín. 

El objetivo se consiguio con un Paseo junto al río Lagares en un tramo que arranca del Pontillón. Julio Alonso puso la puntilla al objetivo alcanzado con un delicioso artículo en Atlántico, donde ejercía de columnista. 

En tiempo presente, Julio sigue ejerciente en el periodismo digital en www.vigoe.es como articulista de prestigio, fiel a la cita con sus lectores, cultivados a lo largo de una ejecutoria añosa. 

A modo de cierre de estas breves líneas añadir que tengo en las manos un ejemplar dedicado de su libro De vivos e de Mortos, colección de relatos breves en lengua gallega publicados por Ir Indo en el 2008.

 Dejo esta pausa y reanudo tan sabrosa lectura, amigos.

jueves, 14 de enero de 2021

Marisa Pires

Allá por el 2005, Puerto Cabras o Puerto del Rosario, isla de Fuerteventura, frente al polideportivo Oasis, cercana la Plaza de los Demócratas, desterrados y confinados políticos del llamado contubernio de Múnich en los sesenta. 

Me asomo al Boca a Boca, lugar de tapas y bebidas, entro, el local en un lateral una foto panorámica enmarcada de Vigo. Ahí, en ese justo momento, me encuentro por primera vez con Marisa Pires, destaca su belleza y jovialidad, su entusiasmo por la vida. 

Más adelante, las cosas se irían cociendo al ritmo sosegado de la isla tranquila, aunque sin pausa. Sería una eficaz colaboradora en las actividades de la Asociación Cultural Alexandre Bóveda Fuerteventura. 

No olvido el momento en que portó el estandarte de la Asociación en Vega del Río Palma, concello de Betancuria, a la entrada de la capilla donde se honra a la patrona de la isla, la Virgen de la Peña. 

También en esa ocasión, Joaquín Gayoso, elaborando el pulpo á feira con esmero y simpatía. 

Otra gran aportación de Marisa Pires fue su asistencia al programa de radio Triskel, que este cronista dirigía y presentaba. Su voz poderosa y bien entonada de mezzosoprano de igual manera recitaba muy bien dramatizada a nuestra poetisa epónima Rosalía de Castro, que ponía en canto con dotes de improvisación lo que se terciara al caso. 

Tras años de fatigas y alegrías isleñas nos reencontramos en tierra viguesa y gallega para dar continuidad a nuestras vidas y añoranzas de la Maxorata. Inolvidable también por aquellas tierras abrasadas de anhelos su hija Carolina, complemento filial de Marisa. 

El tiempo que todo lo distancia, también todo lo aproxima en los meandros de la memoria.