lunes, 31 de mayo de 2021

Kutika Domaio


Foto remitida por Pascual Martín, obtenida desde el varadero del puerto deportivo de Punta Lagoa, en Teis.
Nos encontramos en la terraza de Frida, gallega eslovaca, en un encuentro de  amigos para disfrutar de la buena cocina y vinos de su casa y del culto a la conversación amistosa. En ese añoso círculo virtuoso de la amistad, se cuentan los hermanos Arturo y Fernando Rosendo, Carlos Meixide, Alfonso Martínez y Pascual Martín.

 Desde Domaio, Moaña, se proyectan las miradas sobre las bateas mejilloneras en la ría y al fondo en nuestra izquierda, Trasmañó y el monte de la Guía, coronado por la ermita de la Virgen de las Nieves. 

En el discurrir de la conversa plantea Alfonso Martínez cuestión acerca del proyecto, según parece inminente, de colocación de una enorme figura de Cristo colocada en destaque sobre la torre campanario de la ermita de la Virgen de las Nieves. A esto añade Pascual Martín la información acerca de su petición de apoyos en redes sociales para que se detuviera el proyecto mencionado.

 A continuación la exposición breve de algunas líneas argumentales en favor del desestimiento del propósito de dar culminación a tal tentativa, lo más desprejuiciada posible.

 Enumerativamente, y no por el orden de la relación mayor importancia, abordaremos el resumen argumental siguiente, sin pretender exhaustividad. El primer argumento es de carácter paisajístico o de impacto visual. Una escultura cercana a los seis metros añadidos a la peana, superpuesta al alzado de la ermita y su torre campanario supondrá que la totalidad de la ría viguesa se vea enseñoreada por una presencia ineludible que se impondrá a cualquier visión subjetiva, de tal modo que no será el ojo el que vaya descubriendo sino que se verá asaltado o sorprendido a favor o en contra de su deseo. Un megamonumentalismo desfasado con los tiempos que corren, por más que estuviera en el proyecto de Gómez Román o pueda hallar inspiración en ejemplos de otros lugares. Metafóricamente hablando, un ojo de Polifemo no es necesario en la bahía, pasando nosotros a ser participados, observados.

 El segundo argumento recoge un tipo de religiosidad de raigambre popular, esto es de raíz o arraigo en la tradición marinera y campestre que se muestra en un amplio catálogo de devoción mariana y romera, el cual queda bien representado en los oficios y hasta divertimento, actos religiosos, lúdicos y festivos conjugados alrededor de la Ermita de las Nieves. Es necesario acudir a su encuentro, descubrirla y visitarla. No se impone visualmente como mandato imperativo. Atrae por devoción.

 Pertenece al mundo numinoso y protector, miragreiro, de exvotos, gaiteiros, rosquillas y melindres, que en la ciudad viguesa podemos encontrar en la finca de "San Roque e o can", patrón también de Vigo.

 Un poco redondeando lo anterior, tener en cuenta, en apunte de Carlos Meixide, el carácter dispendioso que aparenta en estos tiempos de temporal y zozobra el destino de unos recursos a este fin.

 Dirigimos devotamente nuestras plegarias a la Virgen de la Nieves para que obre el milagro, ante las autoridades, de retractación de su propósito, que si no es de enjundia teológica lo es de naturaleza estética.