miércoles, 30 de junio de 2021

Asociación de Eslavos en Galicia

Me cito con Marina Bakthina tras su regreso de Moscú en este inicio estival para hablar de variados asuntos relacionados con la historia de la asociación que preside y sus proyectos para este año Xacobeo 2021 y el próximo 2022.

 Primeramente señalar una cuestión previa, que se tiene por eslavo a efectos de la comprensibilidad de quienes pueden ser integrantes de la Asociación. Aclarar que se establece como eslavo aquel grupo etnolingüístico que tiene como lengua franca o nexo común la lengua rusa y por tanto el uso del alfabeto cirílico, más fácil de desvelar para el neofito de lo que aparenta, sobre todo conociendo los alfabetos griego y latino.

 La inclusión del aprendizaje de la lengua rusa en los programas de la la Escuela Oficial de Idiomas (EOI) habría de resultar de gran provecho para la promoción de las relaciones culturales y comerciales entre Vigo y Galicia con Rusia y los países eslavos. En este propósito anda Marina Bakthina y quienes la apoyan, de no ser posible para el curso 21-22 en el siguiente. 

Otro de los vínculos de relación y pertenencia a la Asociación y sus actividades, bien directamente o por ascendencia, es el referente territorial y geopolítico de lo que fue la URSS y su espacio de influencia, principalmente a través del CAME y del Pacto de Varsovia y después la CEI, actualmente aludido como espacio postsoviético.

 Así entre los miembros de la Asociación los hay rusos, moldavos, ucranianos, entre otras nacionalidades, con patrimonio cultural común. Empezando sus actividades con celebraciones festivas de su calendario y posteriormente, en 2016, formalizar la Asociación de Eslavos en Galicia, que Marina preside. Otro calendario de adopción es el Xacobeo que permite a los eslavos aculturarse en lo galaico, darse a conocer y trenzar actividades comunes de un gigante euroasiático en su vertiente europea con uno de los Finisterrae euroasiático, Galicia. Acudiendo a aquella cita de Goethe, de que Europa se hizo en los caminos xacobeos, Europa subcontinente de Eurasia, y el cristianismo, en mi opinión, subcontinente del romanismo, aquí, con la Asociación de Eslavos en Galicia, reencontrado con su variante oriental. 

Finalizo con mis felicitaciones a Marina por la entrega que la Embajada Rusa le hizo de una carta de reconocimiento por sus méritos, pionera en agrupar a los eslavos. En la foto, acompañada de Antonina Kadyrova, otra pionera en las relaciones entre vigueses y gallegos con la comunidad eslava y prestigiosa creativa y artesana del cuero. 

 Aquí y ahora, en Vigo, nuestra urbe.

sábado, 26 de junio de 2021

Encamiñando a Fene

Para min dicir Fene é dicir Xosé María Rivera Arnoso, a quen os veciños alcuman agarimosamente Pepe. Encamiñados a Fene co propósito de manter un faladoiro na compaña de Fernando Rosendo. A nosa saída de Vigo transcorre nun día soalleiro ben diferente doutro que me levara de retorno de Fuerteventura a Fene no 2005, tras unha visita que nos dera o alcalde á Illa Maxorata.

 Por aquel tempo, hai 16 anos, mantivera encontros coa corporación, Radio Fene e EMUGA, onde fun presentado a Quique Sanfiz, acudirá ao Museu do Humor de Fene ou xuntárame coa asociación O Pote de Maniños. Tamén paseamos as rúas e as xentes saudaban ao paso do alcalde a quen chamaban familiarmente Pepe, dende os cativos aos vellos, sen formalismos, nun trato directo. O mesmo acontecera nas terras canarias ou no avión de volta para Galicia.

 Transcorridos dezaseis anos, o retorno a Fene ten por motivo concretar algunhas preguntas e respostas para ser incluídas nun libro xornalistíco baseado no xénero da entrevista, en formato radiofónico, que practicará nas emisións dos programas Troula, Trisquel e Ultreia, ao longo da primeira década do presente século en Fuerteventura. 

Chegamos desta vez a Fene, Rosendo e máis eu, e no transcorrer dun xantar en Casa Raquel, na parroquia de Magalofes, coma outrora fora no Muíño do Vento, departimos con Pepe, e fun obtendo as respostas precisas. Dicir que Xosé María Rivera Arnoso, o incombustible alcalde de case tres décadas, ten unha robusta memoria, coa que se poden tecer os fíos do tapiz da historia colectiva das parroquias, concello e bisbarra, mesmo da Galiza. 

Co devalar da clepsidra das horas fomos póndelle nome a sustancia das nosas vivencias parrilladas. Quixera ancorar naquelas partes da fluencia discursiva onde caíron os acentos da reflexión encol do municipalismo. Aí, dous veteranos das tarefas e loitas nos concellos, Fernando Rosendo no concello de Avión e na comarca do Ribeiro, cruzaron as suas vivencias e arelas de futuro.

 Cumprido o obxectivo da entrevista e rematado o bo  xantar de parrillada de peixes e saborosas ameixas, nécoras e zamburiñas do Restaurante Raquel, demos visita ao bosque variado de numerosas especies exóticas na casa indiana de Pepe Rivera Arnoso, onde despregou saberes enciclopédica de materia botánica mesmo nomeando coas designaciones científicas cada unha das especies que nos amosou e ficaron centos, quizáis milleiros, por ver. 

Sexa para a ocasión da presentación do libro en Fene. Despedímonos amicalmente ata a chegada de novas xornadas de encontro encentando camiño cara ás terras compostelás e viguesas. Vigo con Ferrol...Terra, berrábamos naquelas xornadas históricas do setenta e dous proletario.


viernes, 11 de junio de 2021

La Magia de Vigo

Me encuentro en el restaurante tapería Tinta Negra en el puerto de Combarro, en frente se dibuja el perfil de Placeres en Marín. Una brisa procedente del mar refresca la alta temperatura de este preaviso estival. 

Como es sabido Combarro tiene ese enxebrismo marinero que perfuma y ambienta recantos de nuestro ancestral país. 

En compañía de mi amigo José Quintillán Vallejo fluyen a borbotones, caudalosos recuerdos del Vigo de los ochenta. Destapamos el cofre nacarado donde habita la perla del tiempo licuando memoria y con un chasquido de pulgar y anular, la Magia de Vigo. 

Érase el año 1985, José Quintillán y Natalia Martínez emprenden en la noche viguesa una intersección de gentes y ambientes, una llamarada efímera e intensa en tiempos de aquella movida viguesa hermanada en la uve de Vigo con Madrid.

A la Magia se accedía por Orillamar enfilando Bouzas, bajo la que fuera discoteca Fausto, en aquel momento nombrada ya como la Kama, en la curva de San Gregorio. Para allí se llevaron a Toni, ex pincha de la discoteca Misa, quien supo animar, desde lo alto de la estructura que le servía de cabina, el local con la mejor música del momento.

 Por allí también Jesús Valmaseda, pintando sus atractivos murales en vivo, en las horas de las copas.

 En la pista una talla de madera de una virgen aclimatada discotequera. Como ritual final de la noche, en ese momento dudoso que separa o junta noche y día, Bibiana danzaba mientras sonaba cuatro rosas de Gabinete Caligari, en evocación de aquel Bourbon de Kentucky. 

Añade mi amigo y yo suscribo que no toda la movida fue pijerío. Tuvimos la polifonía de la Magia, junto a las grúas danzantes y giróvagas de los astilleros. Tal vez alguien lo recuerde.