En el principio Salvador Veloso. En efecto, en la génesis de este libro se encuentra la voluntad y la iniciativa de Salvador, nexo común de la mayoría de los concurrentes y evocados en esta obra, verdadero tejido conjuntivo de su totalidad. Pertenece nuestro citado amigo a la promoción de alumnos que da inicio al período que pretende cubrir esta publicación, aproximadamente tres lustros de la vida del Santa Irene. Sin precisión quirúrgica ni exactitud matemática, nos situamos en el transcurrir de los años 1960 a 1975, con algunos posibles flecos. En esa década y media la vida académica y su entorno social experimentan un acelerón histórico. Podemos decir que el ambiente o ecosistema de los años sesenta preludia el que habíamos de recibir los alumnos y algunos profesores incorporados en la primera mitad de los setenta, eso sí, radicalizando signos precursores de lo acaecido en la sexagésima del veinte. Salvador Veloso tiene por cualidad el ser una especie de guardián o custodio de las esencias de la memoria de nuestro Instituto, coordinando a un grupo de fieles practicantes de ese culto laico a los valores esculpidos o labrados en la silueta o perfil pétreo del noble establecimiento docente de las Traviesas. Es sabido que nuestro Instituto migró en el curso 1972-73 hasta el 76-77 a la barriada de Coia, no obstante su espíritu encarnado en un profesorado de excelencia y alumnado inquisitivo y movilizado le dió continuidad en su temporal residencia hasta el retorno. La presente obra, aunque con avances y retrocesos en un tiempo no siempre lineal, concluye el curso 1974-75, por ser 1975 el año del fallecimiento del General Franco, aunque el deceso se produjera el 20 de Noviembre del 75 y por tanto a comienzos del curso 1975-76. La apertura de un nuevo tiempo histórico, aún con sus vacilaciones e incertidumbres, consideramos que justifica la clausura o cierre de la obra en ese año bisagra o Rubicón de 1975, año promisorio por tantos considerandos. Como en tantas otras tareas de coordinación Salvador lo es también de este libro, además de promotor, contando con colaboradores que en otro lugar se citen. Esta publicación pretende rendir tributo a presentes y ausentes, embarcados todos por unos años en ese Río de la vida, o cuando menos afluente, que lleva por nombre familiar Instituto Santa Irene, en el barrio de las Traviesas.