Eran los primeros años setenta en la ciudad de Vigo. El Instituto Santa Irene había sido trasladado provisionalmente en el 72-73 a la barriada de Coia, a un nuevo establecimiento educativo, que años más tarde pasaría a denominarse Alexandre Bóveda.
Situamos la mirada, con perspectiva, aunque desde dentro, por uno de los alumnos implicados en los hechos de aquellos convulsos días, sobre algunos de los sucesos más reseñables de los cursos 1973-74 y 1974-75.
En aquel tiempo nuestro instituto fue un microcosmos de tendencias políticas en la izquierda, donde cristalizaron aquellas reivindicaciones que traían causa principalmente de las tentativas de implementación de las medidas de Selectividad, previstas en la Ley General de Educación, aprobada en 1970 por el ministro Villar Palasí.
Ya en el precedente curso 1972-73, año de inauguración del nuevo centro, se produjeron algunas movilizaciones, con la particularidad de no exteriorizarse en las calles.
En los dos cursos siguientes que traemos a colacion se dará el salto cualitativo de la ocupación de la vía pública.
Gran parte de nuestras movilizaciones transcurrían fuera del Instituto, reclamando la solidaridad de los otros centros de medias y aún de la ciudadanía.
Alguno de los ejes de reivindicación se nutrían de aquellas carencias de dotaciones más hirientes o de la ausencia de derechos mínimos reconocidos.
Entre las primeras, por ejemplo, la reclamación de un bono estudiantil de transporte, la falta de marquesinas en las paradas, frecuencia en las líneas, saturación de los vehículos.
En lo tocante a la reclamación de derechos, el de reunión o Asamblea era el más demandado al tiempo que se ponía en práctica.
También se abrió un nuevo frente con la adhesión solidaria estudiantil a la reclamación de los recién incorporados PNNs (profesores no numerarios) de un cuerpo único de enseñantes.
Por supuesto, las consecuencias de estas acciones, detenciones y sanciones, abría un último frente, el antirrepresivo.
La escalada acción/represión conduciría a un paroxismo represivo, con una medida inédita en toda la historia de la dictadura hasta el momento: el cierre de un centro de enseñanza media, el de nuestro Instituto Santa Irene en Coia.
Lo que rodea a este hecho merece una publicación aparte en este blog.