lunes, 8 de agosto de 2022

Economía del despilfarro

En días pasados Benito Santos(SJ) puso en mis manos un Cuaderno editado por CJ( Fundación Lluís Espinal), entidad de algún modo relacionada con los Centros Sociales Europeos de la Compañía de Jesús. Aparecen como coordinadores José Carlos Romero y Jaime Tatay. La fecha de edición es de Junio del 2022. 

Voy a intentar extraer y exponer algunos conceptos más o menos con fidelidad a su literalidad, con propósito divulgativo y de sensibilización.

 Inicia el cuadernillo con una mención a una publicación de 1862 con sucesivas reedicións, para citar la de 1925: " nada en la cocina debe tirarse o permitir que se desperdicie", (Libro de gestión doméstica de la sra. Beeton) , muy presente en la cocina anglosajona. Esto en las casas en que la gente podía permitirse comprar libros. En las más humildes ya nos podemos imaginar. 

En los años imperiales las potencias podían surtir a las clases pudientes con las despensas coloniales. Ésto empezó a cambiar tras la segunda guerra mundial con la descolonización. No obstante, la introducción de avances tecnológicos en relación a la producción y distribución de alimentos supuso el salto del " no desperdicies" al " cuanto más mejor", esto último cita literal. 

A partir de aquí se introducen en el cuadernillo unos conceptos básicos sobre desperdicio y pérdida de alimentos. Se distingue entre desperdicios de alimentos( DA) y pérdida de alimentos (PA).

 La PA no es intencionada, se produce por la ineficiencia en la cadena de producción y distribución alimentaria y se padece como una carga económica aunque puede ser resarcible. En contraposición el DA es causado por la despreocupación de aquellos que tienen más de lo que necesitan, para paliar este comportamiento podría ayudar ponerle un precio o facilitar nuevas formas de desecho del excedente con ampliación de la línea de distribución, por ejemplo.

 Pero cabe añadir otro enfoque subjetivo, el comportamiento ético. Modificando el comportamiento o la praxis social individual y colectiva mediante campañas pedagógicas, ya en el nivel escolar, de sensibilización desde la perspectiva del impacto medioambiental, aplicando, por ejemplo, la regla de las tres erres : reducir, reciclar, reutilizar. 

Con estas bases introductorias el cuadernillo va avanzando desde el desarrollo académico y político del DA hasta las implicaciones filosóficas y éticas del desperdicio alimentario y finalmente el significado teológico de los residuos. 

 Finaliza la exposición con el concepto VALORIZACIÓN y unas medidas prácticas, siete, recomendadas por la FAO, agencia de la ONU en materia alimentaria.