Fue en el Toural, barrio de Teis, cine Roxi, año1978, cierre de campaña del Referéndum de la Constitución, se pedía la abstención consciente y activa.
Era invierno, la gente se volcó en el acto y de muchos rincones de Vigo llegamos hasta la barriada obrera de los astilleros Vulcano, Ascón y del Colegio Apóstol de los jesuitas en Bellavista.
En el cartel, entre los oradores, Xosé Luis Méndez Ferrín, Pousada Covelo, Alonso Fontán y un representante de HB. Estaba previsto Iñaqui Esnaola pero fue sustituído a última hora.
La sala del Roxy atestada y gente en la calle, gran tensión emocional, no cesaban los gritos de Amnistía Total. Entre la asistencia se encontraban familiares y amigos de presos, no pocos del arrabaldo proletario donde se estaba celebrando aquella expresión popular.
El argumentario de los intervinientes se sintetizaba en tres negaciones.
La primera, un no a la Monarquía, considerada sucesora del franquismo. La segunda, un no a la imposición de la indisoluble unidad de la Nación española, con el ejército como garante. La tercera, un no a la economía de mercado, capitalista, a perpetuidad.
Se advertía que en caso contrario, de aprobarse aquella Constitución, quedarían blindados, aún más, bunkerizados, los anteriores principios enunciados, resultando la REFORMA CONSTITUCIONAL prácticamente inviable por los procedimientos y quórum exigibles. Quórum, por cierto, no requerido para su aprobación referendaria.
Finalmente, pendía la advertencia de que en un hipotético mañana esa Constitución devendría un instrumento oneroso para cualquier anhelo de autodeterminación de los pueblos o simplemente republicano.
Ese aguardado mañana es HOY y tiene por nombre Catalunya.
Y la profecía de las voces del Roxy se cumplió.