Corría el año 1978, aún no teníamos Constitución, tampoco se celebraran las primeras elecciones municipales democráticas y en las calles de Vigo resonaba cada día la consigna ASCON, solución, Folga Xeral.
Un conflicto prolongado a lo largo de ocho meses, uno de los conflictos de mayor duración del mundo laboral gallego y español. Un conflicto que detonó con la llegada al astillero del empresario judeoargentino Slinin y sus modos de gestor autoritario.
ASCON tenía dos factorias en la Ría de Vigo, una en Ríos(Teis) y otra en Meira(Moaña). Se tenía por un astillero bien posicionado tecnológicamente y en cuanto a cartera de pedidos. No obstante el conflicto se enquistó y aún finalizada la huelga fue el principio de una larga agonía que alcanzaría hasta mediados de los ochenta con la liquidación del astillero.
En el comité de empresa en aquel año 78 tenía una destacada presencia la USO (Unión Sindical Obrera), sindicato de inspiración cristiana, algunos de cuyos miembros procedían de la JOC y la HOAC.
Entre los líderes de aquella huelga se encontraban el cura Benito Santos, Guillermo Fontán y Ricardo Castro Pereira, este último iría de candidato en el puesto número cuatro, creo recordar, al año siguiente en la lista de la Agrupación de Electores Galicia Ceive, de aquella me parece escrita con b, en las primeras elecciones democráticas municipales de 1979.
Aún lo recuerdo en la madrugada de la jornada de cierre de campaña junto a Leónides de Carlos, en la cafetería que había dentro de la lonja del Berbés. Allí estábamos amigablemente comentando como habían ido las cosas y los resultados que podíamos esperar.
Añadir también que a la descomposición de USO en Vigo bastantes de sus militantes fueron al sindicalismo nacionalista de la CSG (Confederación Sindical Galega) y después a la CXTG(Confederación Xeral de Traballadores Galegos).
El caso es que la lucha de los trabajadores de ASCON chocó ya de aquella con las incipientes estructuras burocráticas de CCOO y UGT, que ya entonces apuntaban maneras.
La explanada del Náutico, donde se encuentra la salida y llegada del tráfico de Ría, era el lugar de las asambleas abiertas de los trabajadores, donde se exponía y acordaba el plan de movilizaciones.
No se me olvida una manifestación que ascendiendo Colón salió al paso de otra convocada por CCOO, supuestamente de apoyo, que salía de la Plaza de Portugal, poco recorrido tuvo. Las posiciones de unos y otros estaban enfrentadas.
Haciendo memoria de estos hechos, entre otros, del movimiento obrero en Vigo algunos consideramos incompleta su historia sin nombrar la contribución de curas obreros como Benito Santos y otros y de corrientes o tendencias cristianas como USO o la HOAC citadas anteriormente.
Aún estamos a tiempo de reparar ciertas omisiones que puedan rellenar espacios en blanco de nuestra memoria histórica en los movimientos sociales. Se merecen un tributo de respeto, nuestro homenaje, y así completaremos el mapa de nuestros recuerdos y gratitudes.