Van allá cerca de veinte años transcurridos, ahora entrando el 2019, cuando llegué a la Isla de Fuerteventura.
En aquel tiempo la comunidad gallega en la Isla era numerosa y la economía pujante, incluso sobrecalentada, las relaciones entre nuestra colectividad y las autoridades de la primera institución insular, Cabildo, y la mayor parte de los seis ayuntamientos, de desconfianza o cuando menos de ignorancia mutua y en algunos momentos con episodios de tensión y hasta hostilidad, que llegaron a reflejarse, trascendiendo la prensa local y regional hasta la nacional y gallega.
Todo este clima poco a poco fue mejorando.
La presencia en medios fue escalando o ganando escena. Programas radiofónicos como Troula, Trisquel o Ultreia lo atestiguaron entre el 2004 hasta finales del 2008 en distintos medios como Radio Archipiélago, Canal9 o Radio Difusión Fuerteventura.
Otro de los logros, un Cruceiro de Pedra, entre cuya ornamentación se encuentran las imágenes de las Vírgenes Patronas de Puerto del Rosario y la de la isla, Virgen de la Peña, sugerida esta iniciativa por Xaquín Gayoso, de gran acierto. La llegada de este Cruceiro se debió a la colaboración de la Escola de Canteiros de Poio y destacadamente Enrique Velasco, el Ayuntamiento de Puerto del Rosario, representado por los alcaldes Travieso y Morales y la Asociación Sociocultural Alexandre Bóveda Fuerteventura, promoviendo la iniciativa y gestionando cada paso.
Es el momento de reconocer el carácter pionero de la Casa de Galicia de Fuerteventura, guiada por la mano sabia y templada de Antonio Queijeiro, con quien tuve ocasión de colaborar.
Paralela y también conjuntamente ambas entidades pusieron acento gallego en las tierras majoreras, gozando de un amplio elenco de colaboradores, de ambos lados del país.
En el recuerdo, Fernando López, Oubiña, Adolfo Rodríguez, Xesus Bello, Miguel Angel, Mato, Belén Antón, Luciano, Nestor Osorio, Nanci Mateo, Rosa, Ignacio Yáñez, Tito, Jose María Rey, Eliseo Dorado, Marisa Pires, entre muchos otros. Especial mención para La Voz de Galicia y Santi Garrido, que tantas veces dieron acogida a nuestras inquietudes.
Asimismo, la presencia de Patricia, Manuel dos Santos, Wes o Wenceslao y Rodrigo amenizando cada Día de Galicia con gaitas y pandeiro al pie del cruceiro.
Hoy, como hace lustros, la Casa de Galicia de Fuerteventura parece contar con los buenos auspicios de la Casa de Las Palmas, como antaño con Ricardo Villares, hoy con Albino Aneiros.
Mis mejores deseos en esta nueva singladura.