Se acercaba la llegada del pasado verano, se reunía el Círculo Podemos Vigo en la Corsa del Palio. Pasan las jornadas y va entrando con paso firme el tiempo estival. Con igual paso, sin desmayo, las gentes de Podemos van tratando con casi un año de anticipación la planificación y agenda de las elecciones municipales de Mayo del 2019.
Sin prisas, sin pausa, con total solvencia.
Ya con la canícula, bien incubado, eclosiona el Grupo de Trabajo Municipal. A la par, siguen su curso, las reuniones del Círculo. A una de ellas acude la Secretaria de Organización, Natalia Prieto, y con su presencia el reconocimiento a la la labor que el Círculo está desarrollando, de parte del escalón autonómico, es explícito.
Se interrumpe el inicio de la reunión para asistir a una concentración feminista.
Ese era el espíritu.
Constituído el Grupo de Trabajo Municipal se elabora una memoria y se conciertan encuentros con numerosos y diversos colectivos para ir recogiendo y trasladando propuestas para el programa electoral municipal.
Entre los componentes de ese grupo de trabajo, traigo al recuerdo aún cercano a Pilar Pascual, Juan Merlo, Pablo Orge, Eduardo Ortiz, tal vez alguno más.
Entre los asistentes a las reuniones del Círculo , en ocasiones y entre otros, Pedro Onieva, Oscar Lomba, Alicia Peralejo, Sergio, Luz, Uxío, entre los más asiduos.
Hace su presentación a los medios el Grupo de Trabajo, con Pablo Orge como portavoz. La hoja de ruta está trazada y el plan de trabajo ejecutándose. Podemos Vigo tenía nombres y caras visibles e iba creciendo.
Sólo quedaba validar en primarias locales este trabajo en marcha y su equipo. Hoy estamos en esas primarias y el Podemos de que hablo no lo encontramos.
Una lista paracaidista, acuartelada en Marea de Vigo, con peones prestados, tropa mercenaria, desembarcó en Podemos ejecutando un golpe de mano, el mismo que intentaron en el Plenario de En Marea.
Decía el tango Cambalache, que el mundo fue y será una porquería ya lo sé...pero el siglo veinte, es un portento de maldad insolente,...ya no hay quien lo niegue...vivimos revolcados...ví llorar la Biblia contra un callejón..., entrecortadamente algo así dice el tango y yo añado, pues mira que el siglo veintiuno.
A modo de postdata aclarar que inicié mi militancia política organizada hace cuarenta y cinco años, en 1973, siendo alumno del Instituto Santa Irene de Vigo en Coia.
Me inscribí en Podemos previo a las primarias en que se ventilaron a Breogan Riobo, y lo hice animado por dos amigos, pues siempre tuve bastante reparo en la viabilidad del proyecto político de Podemos, máxime en Galicia por intervenir otras variables y otros operadores, actores o agentes políticos.
Hoy fío más de las personas que de las ideologías y con que aquellas tengan la honestidad de no hacer apropiación indebida del trabajo ajeno me basta.
Parece no haberme equivocado demasiado.
Me permito la figura de la elipsis por su elegancia.