Cita con K en clandestidad, entrega de un paquete de propaganda procedente de Santiago de la Liga. Dos meses más tarde, apertura del juicio oral en Madrid contra los dirigentes de CCOO, Marcelino Camacho, cura obrero Paco García Salve, Sartorius y otros, conocido como el 1001.
En Vigo camino del Santa Irene a recoger las notas, encuentro breve con algunos camaradas con gestos de complicidad. Regreso a casa, en la TV en blanco y negro noticias de una confusa explosión, atribuida en princio a un escape de gas, qué podría haberle costado la vida al presidente del gobierno almirantes Luis Carrero Blanco, en el momento desaparecido.
" Voló, voló, Carrero voló. Nació en la tierra, vivió en el mar, murió en el aire. Quién mató al Almirante", decía la cancioncilla. Sin necesidad de citar a la organización autora, pasó este operativos a la historia como Operación Ogro.
Finales de verano de 1975. París , Dijon, campaña de la vendimia. Movilizaciones contra las condenas a muerte de cinco antifascistas, entre otros, por la dictadura franquistas en el Estado Español.
Declaraciones de Santiago Carrillo en París contrarias a la penas de muerte y calificándo de terroristas las acciones por las que habían sido condensados, entre ellos dos gallegos vigueses, Xosé Humberto Baena y Sánchez Bravo Solla, posteriormente fusilados.
En Francia, con mayor libertad, se encara la discusión sobre la salida del franquismo y el papel de la violencia revolucionaria. Debate más práctico que teórico. Unos a favor, otros en contra. Debate resuelto por la práctica de la violencia armada de los primeros y del colaboracionismo de los segundos.
La violencia, una de las líneas divisorias en el espacio de la oposición al franquismo, un asunto muy agitado en los años de la llamada Transición y sus preparatorios.
Aclaración, no empezó esa llamada Transición con la muerte de Franco, ni tan siquiera en los setenta.