Les cuento. Es recurrente y poco ocurrente aquello de nacer y hacerse políticamente en la incubadora gallega y cuando el huevo eclosiona volar a Madrid para hacer vuelo de retorno en comicios electorales. En Madrid ceban el pollo y vuelta con etiqueta de ex alto cargo, a ver si de este modo deslumbra al votante y le rebatiña el voto de la faltriquera. De estos políticos los hay a derecha e izquierda, no se vayan a pensar.
En este punto y a parte voy a hacer parada y fonda en el furancho de la izquierda, tan noso, ahora que es tiempo de ellos y de primero unos huevos rotos, como la propia izquierda. Y quién los rompe y devora avistándose votaciones para el 18 de febrero de este año 2024 que amanece en nuestra querida tierra gallega?. Sin mayor dilación y entrándole por derecho a la faena, algunos reexpedidos que sin valor probatorio alguno dicen sumar. Una suma que resta y divide, los náufragos que dejo la marea en la playa. Confían en la amnesia política del votante de izquierda.
Hay una tendencia consolidada en sectores de la izquierda a la autofagia, a devorarse a sí misma, sin esperar a que Cronos haga su trabajo por consunción. Ese tipo de izquierda se divide y multiplica por metástasis ( ahora si, la contradicción) enfermando el cuerpo huesped y sano.
Advertencia: la mayoría de las denominaciones de confluencias, uniones, reunificaciones y así son escisiones, más bien motivadas por egos y luchas de poder que por cuestionamientos o contenidos programáticos, que además acostumbran a esconder con bastante maestría.
En Galicia no es necesario, al contario, añadir más actores a la escena electoral y además a toda prisa. Hay fuerzas en la izquierda que trabajan todo el año y desde muchos años, décadas, en todos los frentes sociales, lingüísticos y políticos, fuerzas con el "centro di gravitá permanente" ( Battiato 😉) en el país, fuerzas soberanistas de izquierda.
Así que finalmente el tucán devienen en cuco y no derrota a la gaviota. Clase de ornitología política. Y por último sumar no es un tucán, es un ornitorrinco, carne infrecuente en los furanchos.